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lunes, 28 de noviembre de 2016

Crema de lentejas rojas

Esta crema de lentejas rojas lleva varios ingredientes cargados de propiedades y beneficios, como el brócoli, la cúrcuma, el jengibre o el ajo.
Este puré sienta muy bien los días de frío y nos sentará mejor todavía si tenemos mucha mucosidad.
Las lentejas rojas (también llamadas turcas) tienen un fuerte color anaranjado y son un alimento ideal para todas aquellas personas que tienen problemas digestivos con las legumbres.
Como todas las lentejas, las lentejas rojas tienen grandes valores nutricionales, entre los cuales destacan su gran aporte de hierro, zinc, selenio, hidratos de carbono, proteínas, vitaminas B1 o tiamina, etc. Además de ser una fuente de fósforo, manganeso y ácido fólico.

Para su uso, las lentejas rojas no necesitan de remojo previo en agua, basta con lavarlas en agua fría y cocinarlas a fuego moderado de diez a 20 minutos aproximadamente, menos tiempo que las lentejas “normales”, aunque su llamativo color anaranjado, después de la cocción, se volverá amarillo pajizo y la lenteja casi acabará deshecha. 

Por esta razón, esta variedad es ideal para prepararla en cremas, purés o sopas. Son un ingrediente muy frecuente en platos de cocina asiática. Suelen emplearse en hamburguesas vegetarianas, croquetas, patés o purés muy espesos con otros ingredientes, sal y aderezos, llevando especias de todo tipo que le aportan un toque sugerente y muy atractivo a nuestro paladar.

Ingredientes:

1 diente de ajo.
1 trocito pequeño de jengibre fresco.
1 trocito pequeño de cúrcuma fresca.
1 zanahoria pequeña.
1 calabacín pequeño.
1 ramito de brócoli (más bien pequeño).
1 taza de lentejas rojas.
2 cucharadas de aceite de oliva virgen.
Sal marina.
Pimienta negra.
Agua.


Elaboración:

Ponemos las lentejas en un colador grande bajo el chorro del grifo y lavamos bien hasta que el agua resultante salga limpia. Escurrimos y apartamos de momento. 
Pelamos el jengibre y la cúrcuma y lo picamos todo junto con el ajo, lo echamos todo de golpe en una cazuela con un poco de aceite de oliva, y calentamos a fuego medio.

A continuación, lavamos, pelamos y troceamos en pequeñito (o rallamos) la zanahoria y el calabacín, y lo agregamos a la cazuela cuando la mezcla de ajo, jengibre y cúrcuma empiece a tomar un color doradito. 

Removemos bien. Lavamos y troceamos el brócoli y lo incorporamos a la cazuela cuando veamos que el calabacín empieza a ablandarse.

Salpimentamos, mezclamos y tapamos unos 3 minutos para que el brócoli esté blando.
Echamos a la cazuela las lentejas rojas y removemos bien un par de minutos para que no se peguen.
Ponemos a calentar agua en un cazo y la agregaremos a la cazuela, sin que llegue a cubrir del todo el contenido, tapamos, subimos un poco el fuego y dejamos cocer unos 20-25 minutos, vigilando de vez en cuando por si tenemos que añadir más agua por haberse consumido.
 
Tras ese tiempo de cocción veremos que las lentejas se han desecho prácticamente y el color ha cambiado. Pasamos por la batidora hasta que quede una crema fina, podemos rectificar con agua caliente si queda demasiado espesa, probamos y rectificamos también de sal, y la tenemos lista para disfrutar!!!

A nosotros nos gustan estas cremas con un poco de gomasio por encima, le da un punto delicioso.



"Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma"- Julio Cortázar.



martes, 31 de mayo de 2016

Risotto integral de setas.

Nunca había cocinado un risotto con arroz integral y la verdad es que me ha encantado el resultado, en esta ocasión lo hemos hecho con arroz redondo, pero si lo hubiéramos hecho con basmati, creo que aún hubiera estado mejor.

La salsa la hemos hecho con setas shiitake, pero se pueden sustituir por otras setas: champiñones, portobello, las que más te gusten ... usamos las shiitake por todas las propiedades que tienen.

Las Shiitake son una variedad de setas comestibles conocidas por sus propiedades desde hace siglos en Asia, concretamente en China, Corea y Japón. Su nombre proviene del japonés, "SHI" es el nombre del árbol donde crece este hongo y "TAKE" significa hongo.



La Shiitake además de tener un sabor exquisito, posee también un buen número de propiedades y beneficios. Contienen dos compuestos llamados Lentinan y Beta Glucano que son capaces de frenar el crecimiento de tumores y estimulan al sistema inmunológico.

Propiedades y usos medicinales: 

- Sus antioxidantes favorecen la hormona el crecimiento.
- Contienen enzimas como la pepsina y la tripsina que favorecen la digestión. 
- Fortalecen el sistema inmunológico por lo que ayuda a prevenir contagios, procedimientos infecciosos, alergias, etc... 
- Su potente efecto antioxidante ayuda a la regeneración celular y también mantiene la piel y los tejidos saludables y jóvenes, por lo que previene el envejecimiento prematuro. 
- Por su alto contenido en fibra, resulta de gran ayuda en casos de enfermedades cardiovasculares, favorece el control de la hipertensión y ayuda a reducir el colesterol. 
- Bajo contenido calórico (35 - 40 Calorias / 100 gr) 
- Contiene vitamina A, C, E así como vitaminas del grupo B y D2.
- Contiene aminoácidos esenciales como la Metionina y la Arginina.
- Es rica en Selenio y minerales como el Hierro, Zinc y el Magnesio.



Ingredientes para 4 personas:

240 gr de arroz integral (basmati mejor)
400 gr de setas shiitake

1 cebolla mediana

2 dientes de ajo grandes
1 chorrito de leche de almendras sin azúcar (o cualquier otra leche vegetal sin azúcar)
1/2 vaso de vino blanco
perejil
sal y pimienta
aceite de oliva
Queso rallado vegano (Pasar por el procesador de alimentos 1 taza de almendras curdas, 4 cucharadas de levadura de cerveza, 1 cucharadita de sal marina fina, 1 cucharadita de ajo en polvo)

Procedimiento:

Cocemos el arroz, opcionalmente,  con un un trozo de alga kombu del tamaño de un sello de correos, hasta que esté cocido, siguiendo instrucciones del paquete. Resevamos.

Picamos la cebolla y la sofreímos a fuego lento con poco aceite en una sartén antiadherente. Picamos el ajo y lo añadimos a la sartén.



Cuando estén casi hechos, laminamos la mitad de las setas shiitake y salteamos junto con el ajo y la cebolla. Añadimos perejil al gusto.

Cuando estén casi hechos, añadimos el vino blanco, sal pimentamos y dejamos reducir el alcohol. A continuación pasamos el contenido de la sartén a un vaso del procesador de alimentos y trituramos todo junto con un chorro (a demanda) de leche vegetal. Reservamos.

Laminamos las setas restantes, y salteamos hasta cocinar en una sartén antiadherente. Añadimos el arroz y salteamos unos minutos. Añadimos el preparado triturado junto con un poco de queso vegano rallado  y mezclamos bien.


Servimos con gomasio o semillas por encima, y que aproveche!!






"Nunca vas a conseguirlo todo. Tú ya lo eres todo"-Wayne W. Dyer


viernes, 20 de noviembre de 2015

Gomashio

El gomashio, término de origen japonés procedente de “goma” (sésamo) y “shio” (sal), es un condimento compuesto por sésamo tostado y sal marina, triturados conjuntamente. La proporción suele ser de 12-14 partes de sésamo por 1 parte de sal, aunque puede variar entre 8:1 y 15:1, como proporciones extremas corrientes.

El gomashio lo preparamos en casa usando un suribachi, que es un utensilio específico para este menester, es un mortero como el que usamos pero estriado, para romper el sesamo y que libere su aceite y se mezcle con la sal. En la medida de lo posible, debe evitarse el uso de molinillos eléctricos ya que no se obtiene una unión entre las grasas del sésamo con los granitos de sal.

El gomashio se beneficia de las cualidades de sus componentes (grasas, proteínas y minerales del sésamo y oligoelementos de la sal), por lo que se recomienda su uso diario. Es el condimento de mesa por excelencia de una alimentación equilibrada. Favorece la secreción de los jugos digestivos, estimula todo el metabolismo, fortifica el sistema nervioso, es ligeramente diurético y regenera el intestino. Tonifica, fortalece y permite agregar sal a los platos sin provocar sed.

El gomashio presenta una gran cantidad de nutrientes. Aporta lípidos de alta calidad, proteínas, vitaminas (E, K, grupo B, ácido fólico, biotina, inositol y colina) y minerales con un gran contenido de calcio.

Una de las propiedades más destacables del gomashio es su capacidad de fortalecer el organismo, al ser alcalinizante de la sangre. 

Es el complemento ideal de los cereales y también puede utilizarse en ensaladas y otros platos, se debe tomar en pequeñas cantidades, espolvoreándolo sobre los platos de cereales, verduras, ensaladas, o bien extendiendo una fina capa en una rebanada de pan con aceite. Las personas con hipertensión deben vigilar el consumo de gomasio, dado su contenido de sal.


Ingredientes

1 cucharada sopera de sal marina
14 cucharadas soperas de sésamo

Elaboración

En un colador lavamos el sésamo, mejor si es ecológico, mirando bien para quitar si tiene alguna piedrecita. Después de pasar por una toalla o paño, lo colocamos en la sartén precalentada para ir tostándolo.
La medida es la siguiente, pondremos en la sartén de 10 a 15 (según el tamaño de la sartén o de si lo queremos más o menos salado) cucharadas de sésamo sin nada en el fondo extendido por toda su superficie. Así lo iremos tostando, removiendo para que no se queme, hasta que el aroma a nuez o el color dorado nos inviten a sacarlo.

Si queremos asegurarnos que está a punto podemos cogerlo con dos dedos y apretarlo, si se desmenuza es que esta en el momento adecuado. Lo sacamos y lo colocamos en un plato.

A continuación tostamos una cucharada de sal marina en la misma sartén, en seco, así perderá la humedad y el cloro que pueda contener.
En un mortero grande o en un suribachi (mortero japonés estriado) colocaremos la sal marina. La extendemos con el mazo suavemente por todo el contorno hasta conseguir un polvo fino.
 
Añadimos el sésamo y removemos suavemente en rotación no queriendo machacar sino desmenuzar y mezclar los dos ingredientes, nos sorprenderá el aroma que liberan las semillas trituradas.

 

Lo ponemos todo en un bote de cristal herméticamente cerrado y ya lo tenemos listo para utilizar.

Os recomendamos que no hagáis mucha cantidad, ya que va perdiendo propiedades y sabor con el tiempo.




"Volví a sentir unas inmensas ganas de vivir cuando descubrí que el sentido de mi vida era el que yo le quisiera dar".- Paulo Coelho