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miércoles, 7 de marzo de 2018

Panna cotta con sirope de dátiles

La panna cotta (en italiano literalmente ‘nata cocida’) es un postre típico de la región italiana del Piamonte (Valle d’Aosta), elaborado a partir de crema de leche, azúcar y gelatificantes, que se suele adornar con mermeladas o miel. Recuerda al flan, pero su sabor es más lácteo y tiene una textura más parecida a la de la gelatina que a la del flan.

La elaboración tradicional​ de la panna cotta no incluye la gelatina ya que su uso es posterior a la aparición de este postre. Actualmente se utiliza un gelatificante de origen animal (gelatina) o vegetal (agar-agar) además de la nata, la leche y el azúcar. 

Esta receta la he adaptado y he hecho una versión "verde" es decir sin ingredientes de origen animal y he modificado también la proporción de los ingredientes. El gelatificante que he utilizado es el agar-agar, también llamado kanten, he sustituido el azúcar por sirope de arroz y en lugar de nata he usado leche de coco que es más grasa que cualquier otra bebida vegetal y además le aporta mucho aroma.

El agar-agar es rico en fibra soluble, que se convierte en una gelatina suave y nutritiva. Es un componente de diversos tipos de algas, que se han hervido durante varias horas y secado a la intemperie. Es insípida, por lo que absorbe el sabor de los alimentos con los que se combina. Es reconstituyente, ligeramente laxante y depura el sistema linfático. 
Se utiliza mucho en la cocina para preparar gelatinas y postres, fundamentalmente en flanes, cremas, salsas frías, ensaladas, para espesar sopas o potajes y como base de gelatinas de frutas. Para que actúe, tenemos que hervir el agar-agar unos minutos, 5 si está en polvo y 8-10 minutos si el agar-agar está a copos.

Dependiendo de la textura que queramos dar a nuestra receta (gelatina, natillas, crema ....) utilizaremos mayor o menor proporción de agar-agar. En el caso de esta receta, como la textura deseada era consistente, he utilizado una proporción de 1 gr de agar-agar en polvo (2 gr agar-agar si está en copos) por cada 250 gr de mezcla, teniendo en cuenta que 1 cucharadita de café equivale a 1 gramo más o menos.

Ingredientes:

250 ml bebida vegetal de avena 
200 ml leche de coco 
60 gr sirope de arroz 
2 gr de agar agar en polvo 
2 c.s. coco rallado 
c.n. sirope de dátiles 

Elaboración:

Primero elaboramos el sirope de dátiles, triturando hasta conseguir el sirope 100 gr de dátiles medjool sin hueso y remojados 4 horas con 100 ml de agua y el zumo de medio limón. Reservamos en un tarro de cristal en el frigorífico.

A continuación colocamos el resto de ingredientes en una cazuela y mezclamos muy bien con las barillas de mano antes de encender el fuego. Cuando esté todo bien mezclado, llevamos a ebullición dejando que hierva durante 5 minutos removiendo de vez en cuando.

Apagamos el fuego y colocamos en moldes individuales. Cuando se enfríe, veremos que la mezcla se ha solidificado y lo introducimos en el frigorífico durante 4 horas al menos.
Para emplatar, soltar con cuidado la panna cotta de los moldes y adornar como en este caso con el sirope de dátiles, o con concentrado de manzana a modo de caramelo, miel o mermelada de frutos rojos. A disfrutar!!!




"Encuéntrate y sé tú mismo; recuerda que no hay nadie como tú."- Dale Carnegie



miércoles, 24 de enero de 2018

Calabaza dulce asada rellena de frutos secos

La calabaza es una hortaliza muy versátil que encontramos en el mercado todo el año, pero es en otoño e invierno cuando más podemos disfrutar de ella. Es un alimento muy saludable y nutritivo, es bajo en calorías y rico en vitaminas y minerales, ideal para todo tipo de dietas.


La calabaza tiene un elevadísimo contenido en agua, más del 90%, su aporte de calorías y proteínas es bajo, en cambio aporta más carbohidratos, y cuanto más dulce sea la calabaza más aún aportará. Se considera un excelente alimento por sus propiedades antioxidantes, es rica en betacarotenos (flavonoide que se considera anticancerígeno). También es rica en vitamina C (aunque queda muy lejos de las naranjas) y contiene vitaminas del grupo B, E y ácido fólico. En cuanto a minerales, destaca el calcio, el magnesio, el manganeso y el potasio.

Por su composición nutricional, la calabaza recibe el trato de alimento adecuado para todo tipo de dietas, mejora la salud del corazón y de la vista, previene el cáncer, es antiinflamatoria, diurética, previene el estreñimiento, y favorece la dieta de las personas diabéticas puesto que sus carbohidratos son de absorción lenta.

Aquí os dejamos esta receta, sencilla de hacer y deliciosa que es es uno de mis postres preferidos.

Ingredientes:

1 calabaza para asar
*Frutos secos variados crudos y sin sal, a elegir por nosotros (almendras -con piel o sin piel-, nueces, avellanas, pepitas de calabaza…)
*Fruta seca -deshidratada-, también a nuestra elección (orejones -albaricoques deshidratados-, pasas, ciruelas, dátiles…)
1 manzana que no sea ácida (Golden, Royal…), pelada, sin corazón y cortada a trocitos
2 c.p canela en polvo

*Nota: No pongo cantidades porque dependiendo del tamaño de la calabaza, de los frutos y frutas que elijamos meter dentro y del hueco que nos quede una vez limpia, nos cabrá más o menos volumen.

Elaboración:

Elige una calabaza más bien pequeña, para así poder llegar con una cucharita a sacar de su interior las pepitas. (La mano no nos cabrá por el hueco que quede tras quitarle el rabo).

Lavamos la calabaza y vamos clavando un cuchillo afilado y con punta alrededor del pezón de la calabaza (la unión del rabo con la calabaza propiamente dicha), dando cuchilladas verticales y formando un hexágono o un octágono, de manera que rodeemos el pezón y con sumo cuidado procederemos a extraerlo. No digo de hacer el corte circular, porque la calabaza cruda está muy dura y nos costaría más. Por otro lado, tengamos en cuenta que el tamaño debe ser justo como mucho un dedo más grande que lo que abarca el rabo. 

Debe ser un tapón y no una tapa.Hay que tener mucho cuidado porque si empujamos más de la cuenta, se nos puede ir hacia el fondo y lo perderíamos en el hueco de la calabaza. Después puede costarnos mucho sacarlo. 
En esta ocasión como verás en la foto, la calabaza estaba dañada por un insecto y no tuve más remedio que cortar más superficie, pero tan solo hay que retirar el rabo a modo de tapón, 

Sacamos las pepitas con la ayuda de una cucharilla (la sopera probablemente no entrará, ni nuestra mano tampoco). Una vez limpia de pepitas introducimos los ingredientes elegidos, alternándolos. A medio relleno, añadimos la canela y continuamos metiendo por el hueco hasta que no quepa nada más. Yo en esta ocasión utilicé dátiles medjoul, orejones, ciruelas, almendras y la manzana.

Tapamos con su propio tapón y acuchillamos la calabaza por fuera (4 ó 5 cortecitos, solamente para que cuando se caliente no reviente o se nos raje y consigamos sacarla a la mesa entera).

Precalentamos el horno a 200 ºC, introducimos la calabaza al horno durante una hora y media más menos, dependiendo del tamaño de la calabaza. Para saber que está en su punto, tan solo tenemos que clavar un cuchillo y que se clave sin esfuerzo. A mi me gusta en su punto, no muy pasada, pero para gustos....

Dejamos enfriar y servimos a temperatura ambiente, cortando la calabaza a gajos.




"Embellece tu vida con pensamientos y con palabras. Trata tú mismo de descubrir cuáles han de ser los pensamientos que te embellezcan la vista y que, al convertirse en palabras, ofrezcan esta belleza a otros"








jueves, 19 de enero de 2017

Tarta dulce de mijo con mermelada de frambuesa

Como veis para hacer esta tarta no hemos utilizado ni huevos, ni aceite, ni harina, ni levadura, ni azúcar ..... si te apetece probar un bocado tan rico sigue leyendo.

La base del pastel la hemos hecho con mijo, el mijo es un cereal que alcaliniza el organismo, por lo que equilibra nuestro ph y nos ayuda a compensar los efectos acidificantes de una dieta desequilibrada. Es muy versátil a la hora de cocinarlo, lo puedes hacer en sopa, o seco para usarlo en hamburguesas, croquetas, ensaladas o en pasteles dulces como este (te sorprenderá).

Es muy rico en hidratos de carbono complejos (por eso su absorción es más lenta y no produce aumentos súbitos de glucosa en sangre); es rico en fibra, por lo que ayuda a regular casos de estreñimiento; es una fuente de magnesio, mejorando el tono muscular y el sistema nervioso; contiene vitaminas del grupo B, como la B1 (refuerza la actividad mental, la coordinación, la depresión y mejora estados de cansancio), ácido fólico (previene la anemia y mejora el estado de la piel), B6 (mejora el sistema nervioso, inmunitario y hormonal) y B2 (favorece la actividad oxigenadora intercelular y la regeneración de tejidos y mejora la salud visual). 

Además al no contener gluten es apto para celíacos.

El azúcar lo hemos sustituido por dátiles, magnífico endulzante natural. En concreto por dátiles Medjool, que son los más blandos y dulces, por tanto son una gran fuente de energía al ser muy calóricos; pueden alcanzar más de 5 cm de longitud. Son extremadamente dulces y muy húmedos, tiernos y jugosos. En su momento óptimo de maduración presenta una piel muy oscura, arrugada y muy blanda al tacto, de tal modo que incluso la piel se desprende fácilmente.
Estos dátiles son los que más usamos para repostería y la elaboración de diferentes dulces. Al tener una carne tan tierna y húmeda, es habitual triturarlos sin el hueso para obtener una pasta que puede sustituir al azúcar  en determinadas preparaciones. Su sabor tiene matices tostados, con toques de caramelo.


Ingredientes:

1 vaso de mijo
2 vasos y medio de zumo de manzana ecológico
6 dátiles medjool
ralladura de un limón
mermelada de frambuesa (sin azúcar)
coco rallado
sal marina

Preparación:

Lavamos el mijo bien lavado hasta que el agua salga transparente. Lo tostamos en una cazuela a fuego suave.

Añadimos al mijo el zumo de mazana con una pizca de sal marina, los dátiles medjool deshuesados y troceados y la ralladura del limón. Cocemos tapado 30-35 minutos, hasta que se abra el cereal o absorba todo el zumo de manzana.

Removemos para que se mezcle bien el mijo con los dátiles, que se habrán deshecho casi casi. Dejamos enfriar. Cuando esté tibio lo extendemos sobre el molde elegido y lo cubrimos con mermelada de frambuesas (si la compras que sea sin azúcar, si la haces en casa mejor, y que sea sin azúcar también).

Para decorarla, espolvoreamos un poco de coco rallado por encima y guardamos en la nevera un par de horas. Y lista para tomar!!



"Sé feliz en cada momento; porque cada lugar es 'aquí' y cada momento es 'ahora'. -Buda

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