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miércoles, 12 de septiembre de 2018

Germinados

Los Germinados: el alimento vivo más antiguo 

Comer semillas germinadas es comer vida, es incorporar auténtica energía vital concentrada a todas las células de tu cuerpo, favorecen la salud y alargan la vida. Los germinados son un regalo de la naturaleza que podemos cultivar nosotros mismos. 
Los germinados son alimentos vivos y esto aumenta su valor nutricional que se mantiene intacto hasta el momento en que se come. Su riqueza en enzimas, clorofila, aminoácidos, minerales, vitaminas y oligoelementos vivos los convierte en alimentos completos que contribuyen a corregir las carencias de la alimentación moderna.

Al germinar muchas semillas -de cereales o leguminosas- se convierten en un alimento fácilmente asimilable porque liberan todos los nutrientes encapsulados y mejoran el valor nutricional de la propia semilla, de la planta o del fruto a la que hubiera dado lugar. 
Los brotes son un alimento predigerido, por lo tanto ayudan a su propia digestión, adecuado para estómagos delicados y permiten al organismo que descanse y se regenere. 

Se pueden cultivar y conservar fácilmente en casa, se puede disponer en cualquier época del año con la garantía de que sus nutrientes son de alta calidad biológica pues de lo contrario la semilla no germinaría. 
El brote entero puede comerse, incluyendo las raíces y hojas. Son sencillos de preparar, mejor consumirlos crudos, porque la cocción destruye gran parte de su contenido nutricional. Se comen crudos en ensalada, salteados, en tortillas o formando parte de diversos platos cocinados, en estos se recomienda añadirlos al final para que no pierdan sus propiedades. 

La germinación y los germinados 

La germinación es el conjunto de cambios que se producen en una semilla por el cual el embrión pasa de la vida latente a la vida activa, para que nazca y comience a crecer la nueva planta. 

La reserva nutritiva en todos los granos y semillas, consiste en proteínas, carbohidratos, vitaminas y sales minerales. Estos nutrientes los requiere nuestro organismo para su correcto mantenimiento, y desarrollo, y se lo proporcionarnos mediante los alimentos. 
Cuando las semillas germinan su contenido nutricional mejora y aumenta.

¿Qué se necesita para hacer germinar una semilla?
Ponerlas en contacto con agua, calor y oxígeno, con estos tres elementos las enzimas se activan y mediante la absorción de agua la semilla duplica su volumen y se rompe la cáscara protectora activándose las enzimas. 

Propiedades de los germinados: 

• Favorecen los procesos de desintoxicación, depuración y eliminación de residuos almacenados en los tejidos o en la sangre.
• Fortalecen el sistema inmune.
• Antioxidantes, combaten la acción de los radicales libres.
• Estimulan las secreciones del páncreas.
• Facilitan la digestión, activan los procesos de regeneración y desinflamación del aparato digestivo, revitalizan los mecanismos metabólicos internos.
• Mejoran el funcionamiento intestinal, alivian el estreñimiento, fortalecen el intestino y la flora intestinal, contribuyen a eliminar gases y desechos.
• Rebajan el índice de colesterol.
• Tonifican el sistema nervioso.
• Contribuyen a mantener la elasticidad de las arterias y la vitalidad del sistema glandular.
• Retrasan el envejecimiento, sus componentes permiten que las células del cuerpo se mantengan jóvenes durante más tiempo.
• Favorecen el metabolismo por su acción reconstituyente. 
• Su consumo está recomendado en casos de anemia por su riqueza en clorofila, y para personas con el estómago delicado 

Información Nutricional 

Cualquier semilla de leguminosa o grano de cereal puede ser germinado, aunque, los más apreciados por su ternura y buen sabor son los brotes de: legumbres (soja verde o judía mungo, soja, alfalfa), cereales (trigo, cebada) y también de berro, rábano, calabaza, girasol, lino, sésamo, etc. El sabor es variable, por ejemplo el de alfalfa es muy agradable, el de mostaza es el más picante y el de trigo tiene sabor dulce. 

• Aminoácidos esenciales. Los germinados, especialmente de legumbres, proporcionan al organismo proteínas completas que se transforman en los ocho aminoácidos esenciales. 
• Vitamina C. Una de las sustancias que más aumenta por efecto de la germinación. Los brotes de trigo, lentejas, soja, garbanzos y judías son excelentes fuentes de esta vitamina.
• Beta carotenos (pro-vitamina A). 
• Vitamina B: La tiamina (B1), la riboflavina (B2) y la niacina (B3) son abundantes en los germinados de alfalfa, trigo, girasol, centeno y sésamo. Contribuyen al buen funcionamiento del sistema nervioso.
• Vitamina E. Esta vitamina actúa como antioxidante celular, es un excelente protector del corazón y un buen tonificante. 
• Vitamina K. Posee propiedades coagulantes, se encuentra en la alfalfa germinada.
• Clorofila. Las semillas germinadas que más clorofila sintetizan son las de trigo y las de alfalfa. • Calcio. Los germinados de sésamo proporcionan abundante calcio, también son excelentes fuentes de este mineral los brotes de almendra, girasol, alfalfa y garbanzo.
• Potasio. Se encuentra en los brotes de almendras, sésamo, girasol, soja y judías.
• Hierro. Contienen en cantidades importantes los brotes de alfalfa, fenogreco, lentejas, soja roja y soja verde
• Oligoelementos. Los germinados contienen oligoelementos como el yodo, el zinc, el selenio, el silicio, el cromo y el cobalto.
• Enzimas. Cuando se comen crudas las enzimas de las semillas germinadas facilitan la digestión de la fibra, las proteínas y las grasas. 
• Digestivos, nutritivos y de bajas calorías. 

¿Cómo hacer germinados en casa?

El procedimiento es muy sencillo. El tiempo de germinación varía según la temperatura, en climas más cálidos y húmedos se debe acortar el tiempo de remojo y enjuagarlos con más frecuencia para mantenerlos frescos. El tiempo también podrá variar según la semilla elegida, pero no os preocupéis porque os dejo este cuadro con los tiempos de cada una de ellas:

SEMILLA
CANTIDAD
HORAS REMOJO
LAVADOS
AL DÍA
DÍAS PREPARACIÓN
Alfalfa
3-4 cucharadas
4-6 horas
2-3
4-6
Fenogreco
3-4 cucharadas
4-8 horas
2
3-6
Garbanzo
2 cucharadas
8-12 horas
3-4
2-4
Judía azuki
3-4 cucharadas
12 horas
3-4
3-5
Judía Mungo
3-4 cucharadas
12 horas
3-4
3-6
Lentejas
3-4 cucharadas
12 horas
2-3
2-4
Calabaza
1 taza
4 horas
2-3
1-2
Girasol pelad
1 taza
4 horas
2
2-4
Almendras
1 taza
10-12 horas
2
1-2
Quinoa
4 cucharadas
4-6 horas
2
2-4
Trigo
1/2 taza
4-6 horas
2
4-6
Amaranto
5 cucharadas
3-6 horas
2
3-5
Cebada
1 taza
6 horas
2
4-6
Centeno
1 taza
6 horas
2
4-6
Mijo
1/2 taza
5 horas
2-3
2-4

1. Poner en remojo las semillas en un frasco de cristal. Se cubrirá a modo de tapa, con una gasa sujeta con una goma elástica en la boca del tarro. Deben ser semillas de alta calidad biológica que no hayan sido tostadas o congeladas y el recipiente debe ser necesariamente de vidrio y de boca ancha. Se puede utilizar cualquier semilla, a mí las que más me gustan son las de alfalfa, berro y rabanito. El tiempo de remojo oscilará dependiendo de la semilla escogida. 
2. Transcurrido el tiempo de remojo se quita el agua y se enjuagan las semillas.
3. Se deja el frasco en un lugar cálido y oscuro. Debe procurarse que esté inclinado para facilitar la salida del exceso de agua. Mantener las semillas húmedas porque mucha agua o poco aire podrían crear hongos y moho.
4. Dos o tres veces al día es necesario enjuagar los granos escurriéndolos posteriormente y colocando el bote de nuevo boca abajo. Esto deberá hacerse durante los días de preparación dependiendo de las semillas escogidas, momento en el que comienzan a verse los brotes verdes.
5. Cuando los brotes tengan 2 o 3 cm. de largo se expondrán a la luz solar indirecta durante unas 2 horas para que las hojas se pongan de color verde, es decir, para que se forme la clorofila, favoreciendo el aumento de la vitamina C.
6. Terminado el proceso de germinación los brotes se pueden guardar en la nevera, bien escurridos y secos, donde se conservarán sin problema durante más o menos una semana, se recomienda hacer cantidades frecuentes de germinados, porque tienden a hacerse rancios al guardarlos por mucho tiempo. 

Ya los tienes listos para usar en tus recetas de cremas (al emplatar), ensaladas, tostadas, etc.… 



"¿Amas a tu cuerpo o simplemente lo utilizas....?. ¿Lo alimentas y lo vistes desde el amor o lo haces desde los estados de necesidad de satisfacer a creencias y modas a las que les has cedido tu poder ....?"- Carlos González, La Danza de la Vida.

jueves, 16 de febrero de 2017

Crema de zanahoria con lentejas rojas al curry

Las lentejas rojas tienen un fuerte color anaranjado y son un alimento ideal para todas aquellas personas que tienen problemas digestivos con las legumbres.

Como todas las lentejas, las rojas tienen grandes valores nutricionales, entre los cuales destacan su gran aporte de hierro, zinc, selenio, hidratos de carbono, proteínas, vitaminas B1 o tiamina, etc. Además de ser una fuente de fósforo, manganeso y ácido fólico.

Para su uso, las lentejas rojas no necesitan de remojo previo en agua, basta con lavarlas en agua fría y cocinarlas a fuego moderado de diez a 20 minutos aproximadamente, menos tiempo que las lentejas “normales”, aunque su llamativo color anaranjado, después de la cocción, se volverá amarillo pajizo y la lenteja casi acabará deshecha. 

Por esta razón, esta variedad es ideal para prepararla en cremas, purés o sopas. Suelen emplearse en hamburguesas vegetarianas, croquetas, patés o purés muy espesos con otros ingredientes, sal y aderezos, llevando especias de todo tipo que le aportan un toque sugerente y muy atractivo a nuestro paladar.

Para emplatar esta crema, hemos decorado el plato con germinados caseros de lentejas. Ya dedicaré una entrada para contaros como hacer los germinados en casa, es muy sencillo, pero ahora te comento cosas sobre los germinados, para que te hagas una idea de sus propiedades.

Los germinados son el alimento "vivo" más antiguo. Comer semillas germinadas es comer vida, es incorporar auténtica energía vital concentrada a todas las células del cuerpo, favorecen la salud y alargan la vida. Los germinados son un regalo de la naturaleza que podemos cultivar nosotros mismos, son alimentos vivos y esto aumenta su valor nutricional que se mantiene intacto hasta el momento en que se come. 
Su riqueza en enzimas, clorofila, aminoácidos, minerales, vitaminas y oligoelementos vivos los convierte en alimentos completos que contribuyen a corregir las carencias de la alimentación moderna.

Los brotes son un alimento predigerido, por lo tanto ayudan a su propia digestión, adecuado para estómagos delicados y permiten al organismo que descanse y se regenere.
Se pueden cultivar y conservar fácilmente en casa, por lo tanto son muy económicos, además de tener la seguridad de consumir un producto que no ha sido adulterado ni rociado con insecticidas o fertilizantes químicos, se puede disponer en cualquier época del año con la garantía de que sus nutrientes son de alta calidad biológica pues de lo contrario la semilla no germinaría. 

El brote entero puede comerse, incluyendo las raíces y hojas. Son sencillos de preparar, mejor consumirlos crudos, porque la cocción destruye gran parte de su contenido nutricional. Se comen crudos en ensalada, salteados, en tortillas o formando parte de diversos platos cocinados, en estos se recomienda añadirlos al final para que no pierdan sus propiedades.

En este caso hemos germinado lentejas pardas, así las lentejas son más nutritivas, contienen vitaminas del grupo B, Zinc y Selenio. Además están cargadas de enzimas que favorecen la digestión. Ayudan en casos de anemia y para las personas que se les inflama el abdomen al comer legumbres.

Ingredientes (para 2 raciones):
3 Zanahorias
100 gr de lentejas rojas
1 cebolla
1 lata de agua de coco o leche de coco
Caldo verdura casero o agua
1 cucharadita colmada de c
urry 
1/2 cucharadita de semillas de hinojo
germinados de lentejas
Aceite de oliva ppf
Sal marina

Elaboración:

Pelamos y picamos la cebolla y las zanahorias en trozos pequeños. Ponemos a calentar la cucharada de aceite en una olla alta, donde coceremos todo, y pochamos a fuego medio las dos verduras con una pizca de sal marina y las semillas de hinojo hasta que las verduras estén tiernas.

Añadimos las lentejas rojas después de haberlas lavado solamente, ya que no requieren de remojo previo, el agua de coco, caldo de verduras (o agua) hasta cubrir un dedo por encima del contenido y el curry. Subimos el fuego hasta que hierva, entonces lo bajamos a potencia mínima y dejamos cocer 20 minutos.

Pasado este tiempo, lo trituramos. Para tener la textura ideal, no verter todo el caldo de cocción al mismo tiempo, triturar con poco líquido y una vez bien triturado añadir caldo hasta conseguir la textura deseada.

A la hora de servir, añadir los germinados a modo de decoración del plato, y lo tenemos listo para disfrutar. Que aproveche!!




"Mi destino ya no es un lugar. Sino una nueva forma de ver".- Marcel Proust



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