Mostrando entradas con la etiqueta alimentar el alma. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta alimentar el alma. Mostrar todas las entradas

viernes, 28 de septiembre de 2018

Cuando uno hace lo que le gusta….

En la vida hay cosas que tienes que hacer, y luego están las cosas que haces con pasión y disfrutando al máximo. Descubrir las cosas que te apasionan es un camino, un conocerse y sentirse y tienes que buscar en tu interior y ver qué es lo que te absorbe tanto que no te importa dedicarle todo el tiempo del mundo.

Hay veces que nos obsesionamos con la búsqueda, hay veces que desistimos, pero si tiene que llegar, llega, y resulta que cuando menos te lo esperas te descubres disfrutando, amando, apreciando algo que vienes haciendo y te descubres sintiéndote feliz. 

Cuando uno hace lo que le gusta, se da cuenta, se nota, es algo que se siente en el corazón. Sientes que la felicidad reside en ti, se disfruta, la energía emana de ti y te retroalimenta, el agotamiento se muestra de otra manera, a medida que haces lo que te apasiona aprendes a hacerlo cada vez con más amor, con más pasión, con más corazón. 

Cuando haces lo que te gusta, estás SIENDO, es tu SER el que se manifiesta, y que mejor que dejarse fluir. No parece magia, lo es!!.

Sentirse realizado es el resultado de hacer lo que uno ama y siente, te sientes feliz contigo, con los demás, no hay problemas que no se puedan solucionar, todo es posible porque confías en que todo irá bien, y será lo que tenga que ser, y será lo mejor. Eres la mejor versión de ti, lo que haces, lo haces lo mejor que sabes. 

Descubrir lo que nos hace feliz es un proceso, en el que el autoconocimiento es una herramienta importarte, sentirse, escucharse, saber con qué cosas fluyes y te sientes cómoda y con cuales no, saber que no tenemos que comportarnos o vivir la vida como la vive el resto ayuda a ello, ser conscientes de que somos seres únicos e irrepetibles por lo tanto nuestra vida será como decidamos vivirla. 

Busca cuál es tu pasión. Y cuando la hayas encontrado, no dudes en perseguirla porque cuando hagas lo que ames tendrás claro en qué invertir tus energías y disfrutarás del camino que te lleva a conseguirlo. Y, sobre todo, estarás ilusionado y contagiarás esta ilusión a los que te rodean.


“Tu trabajo es descubrir tu trabajo y después entregarte a él con todo tu corazón.” Buddha



miércoles, 23 de mayo de 2018

La dieta como un estilo de vida


Durante los últimos años, muchas personas en todo el mundo se han sumado a la cocina vegetariana, una cocina que te cambia, cambia tu salud y cambia la percepción que tienes del mundo. 

Cuando incorporé este cambio en mi vida observé como cambió mi vida y mi visión de las cosas ya que a través de la cocina vegetal amplié mi visión del mundo. 

Si eres de los que creen qué llevar una dieta vegetariana solo repercute en uno mismo, te invito a leer estos motivos por las cuales puedes intentar cambiar de hábitos y probar la cocina vegetal. 

-Puede mejorar tu salud. Una alimentación vegetal equilibrada reducirá tóxicos, grasas saturadas e inundará tu organismo de micronutrientes y fibra. Es una herramienta extraordinaria para mejorar tu salud y bienestar. 

-Mejoras el uso del agua a nivel planetario. Por cada kilo de carne roja producida se necesitan unos 100.000 litros de agua. Mientras que para 1kg de patatas tan solo se requieren 500 litros (Estudio de la Universidad de Cornell). Esto quiere decir que una dieta vegetariana mejoraría los recursos hídricos del planeta. A esto habría que sumarle que el agua que pasa por las granjas se transforma en agua contaminada que va a parar en último término al mar y a las aguas subterráneas. 

-Frenas el cambio climático. Según estudios se determina que si optásemos por una dieta vegetariana o vegana podríamos reducir las emisiones de CO2 entre un 29% y 70%. La emisión directa de metano por parte de las granjas es la principal fuente de gases de efecto invernadero en el planeta, y que este es mucho más agresivo que el dióxido de carbono, concretamente 23 veces más. 

-Reduces la contaminación del agua subterránea. Los residuos de las granjas no siempre son recogidos por sistemas de canalización de agua para ser tratados, cuando llueve la mayor parte de estos residuos corren libremente por la tierra contaminando el terreno y los cauces fluviales, por supuesto también las valiosas aguas subterráneas. Las granjas producen una grandísima cantidad de excrementos: Una sola vaca lechera produciría 54,4kg de heces húmedas al día. 

-Contribuyes a mejorar la vida de los animales. Detrás de las granjas se esconden auténticas tragedias, cada producto de origen animal que está presente en el supermercado, representa la historia de un animal que ha sido torturado durante toda su vida y privado de sus necesidades más básicas. El veganismo supondría la eliminación del sufrimiento extremo y desmesurado al que se somete a millones de animales cada día. 

-Reducirás drásticamente la deforestación. Uno de los mayores problemas a los que se enfrenta el planeta es la eliminación de bosques y la ausencia de tierras salvajes. La producción de ganado supone no solo necesitar más cantidad de tierras para su cría sino una mayor necesidad de cereales para la realización de piensos. Imagina que el 90% de la producción total de soja es empleada para la producción de alimento para el ganado. 
-Aumentas tu grado de consciencia y controlas tu vida. Según mi experiencia, no solo cambia tu forma de cocinar y de nutrirte, sino que amplías la visión del mundo. Tal vez cuando decides cambiar de alimentación, lo haces por motivos personales, inquietud o mejorar su salud, pero añades razones, ganas consciencia. Llevar una dieta vegana, supone ser más consciente, leer cada producto que entra en la cesta de la compra y alejarse por tanto de la compra impulsiva, cada acto es reflexionado y se mejora la conexión con nosotros mismos. Adquieres un mayor control de tu vida. 

-Mejor equilibrio de recursos a nivel mundial. Como vimos en puntos anteriores, la producción de carne requiere mucha cantidad de agua y una gran cantidad de cereales para fabricar los compuestos con los que se alimenta el ganado. Aunque el problema de la pobreza es mucho más amplio que la ausencia de recursos. Si se emplearán alimentaciones a base de vegetales, habría recursos para todos los seres humanos del planeta: Para obtener 1kg de carne de ternera, necesitamos 16kg de granos, y alimentaríamos a 2 personas, mientras que con esos 16kg de granos podríamos dar de comer a 20 personas. 

-Frenas la contaminación marina. Una de las fuentes de contaminación del agua es la producción del ganado, pero además los tipos de pesca industrial y la eliminación de espacios naturales como los corales, provoca que ya grandes espacios de mundo submarino estén sin vida, y no sean más que un lodazal submarino deshabitado. Una alimentación vegetal ralentizaría la destrucción del fondo marino. 

-Amplias la riqueza gastronómica. Aprender nuevas recetas, utilizar nuevos ingredientes, experimentar en la cocina…. Eso es crear, es jugar con tu energía y cocinar con amor un plato libre de sufrimiento animal. 

Posiblemente, no sientas que éstos sean motivos suficientes para cambiar de estilo de vida… no pasa nada. Los cambios se dan cuando estamos preparados para ellos y cuando somos capaces de integrarlos de por vida, cuando se convierten en una manera de vivir y de sentir. Eso es lo que tenemos que conseguir, sentir lo que nos gusta hacer… y hacerlo, disfrutando del camino y la vida. 



“El único cambio imposible de realizar, es el que uno mismo no quiere hacer”



martes, 28 de noviembre de 2017

Despacito .....

Casualidad que ésta haya sido la canción del verano, no?! jejejeje nooooooo, nada es casual, todo pasa para algo. Esta semana no hay receta, bueno hay receta, pero de las que no se comen, esta semana comparto con vosotros una reflexión de cómo vivimos, qué rápido vamos por la vida, qué buscamos ...... entre otras cosas.

Parece contradictorio que, en nuestra vida moderna, donde continuamente la tecnología evoluciona para ahorrarnos tiempo, cada vez vayamos más acelerados. Parece que todo es una carrera, y tratamos de meter en cada minuto del día la mayor cantidad posible de tareas.

A veces, parece como que necesitamos sentirnos ocupados. Si no estamos ocupados nos sentimos perezosos e improductivos, que perdemos el tiempo. De hecho, a menudo competimos tratando de demostrar lo ocupados que estamos. ¡Tengo mil cosas que hacer! ¡Pues anda que yo! Parece que el mejor es la persona que tiene el horario más loco, que se precipita de una tarea a otra sin tiempo, porque eso significa que es más exitoso e importante.

Tal vez estemos equivocados y vamos a una velocidad equivocada. Tal vez si estamos constantemente corriendo, nos vamos a perder la oportunidad de la vida misma. La vida se mueve a un ritmo tan rápido que nos parece que se está pasando sin poder disfrutar de ella.

Sin embargo, no tiene porqué ser así. Nos podemos revelar en contra de ese ritmo agitado, y reducir la velocidad para disfrutar de la vida. Disminuir la velocidad es una elección consciente y no siempre es fácil, pero conduce a un mayor aprecio por la vida y a un mayor nivel de felicidad.

Para reducir la velocidad e intentar disfrutar más de la vida podemos ir poniendo en práctica alguno de estas cosas:

-Dejar de hacer lo innecesario: es difícil reducir la velocidad si tratas de hacer miles de cosas. En su lugar, toma la decisión consciente de hacer menos. Revisa tus tareas y compromisos, y determina qué es lo realmente importante. Con cada una, pregúntate: “¿Cómo es de necesario que yo haga esta tarea? ¿Qué pasaría si no la hago? ¿Cómo puedo eliminarla, delegarla, automatizarla?” Céntrate en hacer las cosas importantes, y deja de lado el resto. Si haces menos cosas, puedes hacerlas a un ritmo más relajado, en lugar de tratar de hacerlas dentro de un horario establecido. Deja espacios de tiempo entre tus tareas y citas, y así podrás moverte a través de tus días a un ritmo más pausado. Esta regla se aplica no sólo a tu vida laboral, sino a tu vida en general -hacer menos recados, tareas, actividades de ocio, etc.- con el fin de tener un horario más relajado.

- Estar presente: No es suficiente con hacer menos, también es importante ser realmente consciente de lo que estás haciendo en este momento. Intenta meditar: aprende a vivir en el presente, en lugar de pensar tanto en el futuro o en el pasado. Eso significa que, cuando te encuentras pensando en algo que tienes que hacer, o algo que ya ha ocurrido, o algo que podría suceder… lleva suavemente tu pensamiento a tu momento presente. Concéntrate en lo que está pasando en este momento. Por ejemplo, cuando comas, aprecia completamente tu comida. Cuando estás con alguien, está con esa persona plenamente. Cuando estás caminando, aprecia tu entorno, sin importar dónde te encuentres.  

- Desconectar: Practica la desconexión de vez en cuando. Apaga todos los aparatos electrónicos. Apaga el teléfono. Apaga Internet. La televisión. Estar conectados todo el tiempo significa que estamos sujetos a interrupciones, totalmente estresados pendientes a la información que entra, estamos a merced de las demandas de los demás. Es difícil reducir la velocidad cuando siempre se está comprobando los mensajes entrantes. Desconecta y dedica ese tiempo a hablar, jugar, leer un libro, dar un paseo al aire libre o simplemente a estar contigo solamente y sentirte.

- Comer conscientemente: En lugar de abarrotar los alimentos en nuestras gargantas tan rápido como sea posible, aprende a comer más lentamente, con atención plena. Sé consciente de cada bocado, aprecia los sabores, adivina los ingrediente y disfruta las texturas. Suelta el tenedor entre bocado y bocado, disfruta de los olores. Comer despacio tiene la doble ventaja de saciarnos antes y hacer que la comida sepa mejor. Para comer con atención plena es muy importante que comas sentado y sin distracciones: apaga la televisión y el teléfono. ¡Y por supuesto nada de comer delante del ordenador!

- Moverse despacio: El movernos rápidamente de un lado para otro es consecuencia también del ritmo de vida y el exceso de tareas. Andamos como locos de una cita a otra, llegando tarde y acelerados a todos lados. Prueba a moverte más despacio. Cuando camines, obsérvate: ¿vas casi corriendo? Afloja el ritmo. Mira a tu alrededor, aprecia el lugar por dónde te mueves, estés donde estés. Acostúmbrate también a reducir la velocidad cuando conduces. La mayoría de las veces estamos constantemente corriendo a citas u otros lugares porque no hemos asignado el tiempo suficiente para la preparación y el trayecto. Si todos los días vas con prisa al trabajo, igual es que tienes que salir 10 o 20 minutos antes. Organiza tu tiempo para llegar puntual y sin prisas a todos sitios.

- Reducir compromisos: El principal motivo por el que vamos tan acelerados es porque tenemos demasiados compromisos. Y no me refiero sólo a compromisos laborales -proyectos, reuniones, citas y similares. También a actividades extraescolares de tus hijos; limpieza y cuidado del hogar; compromisos sociales; compromisos cívicos; clases y grupos a los que vamos, aficiones…Haz una lista con todos ellos y reflexiona sobre cuáles puedes prescindir. Quédate con los más esenciales -4 o 5- y date cuenta de que el resto no encajan con este momento de tu vida. 

- Focalizarse: Esto es difícil a veces. Pero también es una causa del aumento de la tensión en la vida. Si estás con tus hijos y tienes trabajo en mente, por ejemplo, la solicitud de jugar de tus pequeños puede ser una molestia más que una invitación al juego imaginativo con tus hijos. Si estás conduciendo y a la vez hablando por el móvil, raramente te sentirás con paz interior en ese momento. Céntrate en una cosa a la vez. Olvida la multitarea, que es amiga de la prisa -y también enemiga de la productividad, aunque parezca lo contrario. Concéntrate en una sola tarea y estate 100% presente mientras la haces. Cuando sientas la necesidad de cambiar a otras tareas o de pensar en hacerlas, haz una pausa. Respira y vuelve a focalizarte.

- Centrarse en las personas: ¿Cuántas veces te has encontrado con un amigo o familiar, le has saludado rápidamente y a continuación te has ido porque tenías prisa? Creo que esta es la clave de la deshumanización: ya no nos conectamos con las personas tanto como solíamos hacer. Hemos perdido las habilidades necesarias para tener una conversación agradable y relajada. Por otro lado, con demasiada frecuencia pasamos tiempo con amigos y familiares y no estamos allí con ellos. Hablamos con ellos, pero estamos distraídos por aparatos. Estamos ahí, pero nuestras mentes están en cosas que necesitamos hacer. Escuchamos, pero realmente estamos pensando en nosotros mismos y en lo que queremos decir. Ninguno de nosotros es inmune a esto, pero con esfuerzo consciente se puede apagar el mundo exterior y sólo estar presente con la persona a la que estás. Dedica tiempo de calidad a tus seres queridos. La próxima vez que te encuentres con alguien, detente, respira, sonríe, relájate habla, escucha.

-Disfrutar de las pequeñas cosas: Esto se relaciona con estar presente, pero un paso más allá. Se trata de estar plenamente presente en lo que estás haciendo, y también apreciar todos los detalles de lo que haces, y encontrar los detalles agradables. Por ejemplo, cuando estás lavando los platos, en lugar de hacerlo rápidamente como una tarea aburrida para terminar cuanto antes, siente las sensaciones del agua, de la espuma, de los platos. Realmente puede ser una tarea agradable si aprendes a verlo de esta manera. Lo mismo pasa con otras tareas que hacemos a lo largo del día. La vida puede ser mucho más sencilla y placentera si tenemos este pequeño hábito.

- Conectarse con uno mismo: Una manera de reducir la velocidad y disfrutar más de la vida es conectándote contigo mismo. Hay distintas formas de hacerlo: 

*respira. Cuando te encuentres acelerado y estresado, haz una pausa y toma una respiración profunda. Siente el aire entrar en tu cuerpo, y siéntelo cuando sale de él. Centrarte plenamente en cada respiración te traerá de vuelta al presente, y te desacelerará.

*estate sin hacer nada. Muchas veces cuando tenemos que esperar, nos sentimos impacientes e incómodos. Cogemos una revista o nuestro teléfono móvil, para “aprovechar” ese tiempo. En su lugar, trata de estar sin hacer nada, mirando a tu alrededor, absorbiendo el entorno. Observa y escucha a la gente que te rodea. Hazlo con una sonrisa.

*medita y/o haz ejercicio. Estas dos actividades te permiten estar más conectado contigo mismo, con tu mente interior y con el mundo que te rodea. Si estás sentado en la oficina todo el día, ¿cuándo vas a salir a la calle a respirar aire fresco y ver cómo está el cielo? Si no dejas de hacer el millón de cosas que haces todos los días, ¿cuándo vas a ser capaz de cerrar los ojos y escuchar lo que está dentro de ti? 

Prueba estas cosas para reducir la velocidad y disfrutar más. La vida es mejor cuando estamos tranquilos. Y dada la naturaleza fugaz de esta vida, ¿por qué perder ni un momento en acelerarla?

Sed felices, bonita semana.




martes, 31 de octubre de 2017

Cocinar es hacer trozos de amor comestibles

No ha pasado tanto tiempo desde que en todos los hogares se cocinaba a diario para toda la familia. Recuerdo a mi abuela cocinar recetas deliciosas, el arroz con lentejas me encantaba y cada vez que lo cocinaba que invitaba a comer con ella siendo yo muy niña. También recuerdo ir los sábados por la mañana con mis padres al mercado central de Valencia a hacer la compra de esas cosas que tanto nos gustaban y no encontrábamos en las tiendas de barrio, me encantaba. 


Por entonces comprábamos ingredientes reales y saludables y se cocinaba en casa a fuego lento y, por supuesto, con mucho amor. 
Amor…. Este es precisamente uno de los ingredientes imprescindibles de las recetas que pasan por los fogones de las verdaderas cocineras. 

Y bueno, también, tiempo. Pero el tiempo pasa vertiginosamente y la sociedad y nuestros hábitos de vida cambian minuto a minuto. 

Hoy en día todos tenemos prisa, corremos a todas partes y vamos en piloto automático y en este contexto puede parecer que cocinar es una pérdida de tiempo. Si no sentimos que estamos produciendo continuamente, tenemos la sensación de que no estamos haciendo nada. Y lamentablemente, a menudo cocinar, no se asocia con producir. 

Hay días en que no conseguimos tener tiempo para dedicar un espacio a elaborar recetas que nos nutran de verdad. Anteponemos un sinfín de tareas antes que entrar en la cocina. Y es que cocinar puede parecer algo difícil y laborioso si no lo has hecho nunca, pero puede ser fácil y hasta divertido y enriquecedor si te pones manos a la obra y le dedicas una parte de tu tiempo. Solo requiere de un poco de práctica y organización. 

Es muy importante organizarnos para salir a comprar alimentos, pero de los de verdad (los ingrediente), preparar un menú semanal y cocinarlos. 

Recuperar el hábito de cocinar te ayudará a recuperar tu salud, ya que son dos conceptos relacionados. Mucho más de lo que puedas imaginar. Si te alimentas bien, estarás bien. Si no, no te sentirás con la energía, vitalidad y bienestar tan necesarios para hacer frente a tus retos diarios. 

¿Por qué considero que cocinar es tan importante? Cocinar los alimentos nos ha hecho evolucionar como especie y por tanto, nos diferencia del resto de animales. Si no hubiéramos aprendido a cocinar probablemente nunca hubiéramos desarrollado el nivel intelectual y las capacidades cognitivas que ahora tenemos. Cocinar, convierte y transforma los alimentos para que nos nutran y alimenten. Y gracias a ello somos lo que somos. 

Retomando el tema de la falta de tiempo, la industria alimentaria se ha dado cuenta de ello y ha creado millones de productos alimentarios para hacernos la vida aparentemente más cómoda y fácil, pero …. ¿A qué precio? ¿Qué beneficios nos aporta? ¿Cómo influye en nuestra salud? 

Existe una doble lectura en este punto y las consecuencias no siempre son buenas para nuestra salud. Personalmente considero de vital importancia recuperar el amor por la cocina, por los alimentos reales y por el placer de comer nutriéndonos de verdad. Somos lo que comemos y ser consciente de ello te ayudará a mejorar tu salud y bienestar. 

Por eso te invito a reenamorarte de la cocina y de tus recetas, a dedicarte tiempo a través de los que te llevas a la boca, de lo que te alimenta y te nutre. Porque en definitiva, de esto depende, en buena medida, cómo te sientas y cómo afrontas los retos de tu día a día. 

Yo tengo mis razones por las que te invito a recuperar el hábito de cocinar: 
-Promover la comida real y no la comida procesada. 
-Prevenir enfermedades. 
-Estar en contacto con los alimentos y la naturaleza de los mismos. 
-Cultivar el amor y el auto-amor. 
-Recuperar el comer bien escuchando qué nos pide el cuerpo. 
-Conectar con uno mismo y vivir en el momento presente. 
-Desarrollar, tal vez nuevas, habilidades. 
-Desarrollar la creatividad. 
….. Aparte de tener y mantenernos en nuestro peso ideal 

Puedes pensar que cocinar rico y sano requiere mucha dedicación, pero nada más lejos de la realidad; tan solo tienes que tener claro qué quieres comer, escucharte y sentir que te apetece, qué necesitas, priorizarte y dedicarte más tiempo (a ti y a los tuyos). 

Durante este proceso descubrirás que tienes muchas más habilidades de las que crees y muy probablemente disfrutes del camino. 

Pero si sientes que necesitas ayuda para que te acompañe en este apasionante proceso, no dudes en ponerte en contacto conmigo y te explicaré cómo hacerlo, paso a paso y de forma muy sencilla. 

Te enseñaré a preparar la lista de la compra y a organizar tu despensa y preparar un menú semanal saludable, todo adaptado a tus necesidades y tu ritmo de vida. 

Mientras, me encantará leerte en los comentarios del blog y conocer qué razones te mueven a ti para dedicar tiempo a cocinar y a mimarte para conseguir tu mejor versión.



"Que la comida sea tu alimento y el alimento tu medicina." - Hipócrates



miércoles, 25 de enero de 2017

Lo único seguro es el cambio

I love me too much es un blog de recetas, pero en esta ocasión no quiero hablarte de una receta de un plato en concreto, sino de otra cosa, también relacionada con una vida más saludable, para ayudar desde mi experiencia personal con la única pretensión de serte útil y de inspirarte.



Ahora, a principio de año siempre hacemos listas de deseos, cosas que queremos conseguir a lo largo del año y en casi todas está incluido el deseo de bajar de peso, de dejar de fumar, de ir al gimnasio ….eso está bien!!! Me refiero al hecho de hacer listas, si quieres que algo se haga realidad, si quieres alcanzar una meta es imprescindible que materialices tus pensamientos en papel, es un primer paso a visualizarlos y a tangibilizarlos. Esto nos puede ayudar a tener una vida más saludable, pero lo que más nos puede ayudar es vivir conscientemente, para ello es necesario cambiar el chip, empezar a pensar y a actuar de otra forma, resumiendo .... necesitamos hacer un cambio de hábitos o un cambio de estilo de vida.

En este post me voy a centrar en el deseo de bajar de peso ya sea por recomendación médica o por querer encontrarnos mejor con nosotros mismos. Para ello lo importante no es someterte a un régimen severo o una dieta estricta, sino que es cambiar los hábitos de vida y de salud de forma progresiva, desde dentro hacia fuera y de una manera realista que se adapte a la individualidad de cada persona, es decir, a sus necesidades únicas dependiendo del estado de salud, horarios de trabajo, naturaleza ….etc.

Nos alimentamos no solo con la única intención de aplacar la sed y el hambre físico, sino también para mantenerlo equilibrado, calmado, mimado y fuerte, repartiendo los alimentos por el cuerpo según su efecto energético y consiguiendo así que sean ingeridos instintivamente (según nuestra necesidad particular) para fortalecerlo.

Cuando nos planteamos cambiar de alimentación tenemos que tener en cuenta las etapas de cualquier cambio:

- Precontemplación: no se reconoce que hay un problema de conducta que debe ser cambiado: Estoy bien, de verdad, lo estoy.
- Contemplación: se reconoce que existe un problema, pero aún no se está listo o seguro de querer hacer un cambio. Sé que no debo comer esto.
- Preparación: se prepara para cambiar
- Acción: se cambia el comportamiento. Vamos a empezar hoy mismo!!.
- Mantenimiento: se mantiene el cambio de comportamiento. Qué fácil!
- Recaída: se vuelve a los comportamientos viejos y se abandonan los nuevos cambios, es una parte normal de proceso, que pueden ser días esporádicos.
- Transcendencia: no es oficialmente parte de las etapas de cambio, pero esto identifica cuando alguien tiene realmente integrado el cambio, el nuevo comportamiento forma ya como parte de él y nunca volverá a los patrones antiguos. 
Nunca debes olvidar que:

- Cambiamos de hábitos cuando realmente cambiamos el foco: no lo ponemos en las calorías y estar gordos o delgados, lo ponemos en la salud. Queremos tener un ph de la sangre alcalino, buenas digestiones, seguir una dieta antiinflamatoria para evitar enfermedades, consumir alimentos ecológicos libres de toxinas y comer de manera sostenible.
- Los hábitos están muy arraigados a nosotros y a la sociedad, cambiarlos requiere tiempo, paciencia, ilusión, dedicación, motivación e implicación.
- Tardamos 21 días en hacer de algo, un hábito. Pero crear un estilo de vida requiere muchísimo más tiempo. No hay que tener prisa, la salud es un camino, no un destino.
- Hay personas que necesitan ayuda para hacer el cambio, no cerrarse en banda y pensar que uno en solitario lo debe de conseguir. Pide ayuda si no puedes solo.

Importante será, además de cambiar los hábitos alimenticios, eliminar lo que intoxica nuestra mente (pensamientos, ansiedad, stress...), liberando ambos (cuerpo y mente) liberaremos nuestro corazón automáticamente.

Lo más fácil para introducir un cambio en nuestra forma de comer, en definitiva en nuestra alimentación es:

- Alimentarnos lo más natural posible, eliminando sustancias químicas y productos dañinos e industrializados de nuestra dieta (platos pre-elaborados, precocinados, que contengan muchos conservantes….etc.), eliminando también el azúcar e incrementando la ingesta de verdura y fruta de temporada, de proximidad y ecológica.
- Realizar actividad física, caminar, yoga … lo que prefieras, pero hazlo con conciencia, sin estar pensando en otra cosa o exigiéndonos. O simplemente estate contigo mismo, obsérvate, aprende de ti, valórate, quiérete, siéntete….. Ámate. Con conciencia.
- Hacer lo que quieras con total libertad, elegir con quien estar y a donde ir libremente. Hacer lo que nos haga feliz, lo que sientas. Estamos en este mundo para ser felices.
- Vivir en el aquí y ahora, apreciar las posibilidades que hay en este momento. Si crees que el mañana te traerá lo que necesitas, ten en cuenta que hoy es el mañana de ayer.

Para finalizar, ten en cuenta que el ánimo y la constancia son piedras angulares en el camino hacia el éxito y que las cosas llegan por causalidad (no por casualidad). 

Bueno si has leído hasta aquí, es porque te interesa el tema (me alegro!) y espero que estos consejos sean de tu agrado y utilidad.

Si te ha ayudado este post a tomar la decisión de cambiar de hábitos y cumplir tu meta, me doy por satisfecha!!!



"No tengas miedo de los cambios lentos, solo ten miedo de permanecer inmóvil"- Proverbio chino.


También puedes encontrarnos en facebook




martes, 6 de septiembre de 2016

Retomar la vida

Hola a todos!! Ya estamos de vuelta…. acaba el verano y parece que también se acaba tu vida. Todo el año esperando…. y ahora ya terminó…

No puedes vivir pendiente del verano, las vacaciones de Navidad o los fines de semana. ¿No quieres ser feliz de lunes a viernes? ¿Te conformas con una vida a medias? Tienes que vivir cada día, notar el momento… La única forma es ser sincero contigo mismo y decirte la verdad… Mereces vivir intensamente cada día y hacer algo que te motive y apasione para que los domingos por la tarde no tengas esa sensación de quemarte por dentro… Tienes que vivir conscientemente, pon atención a tus necesidades, valores, sentimientos, objetivos, conductas y pensamientos, para mantener el rumbo que deseas y evitar sufrir, por andar a la deriva. Traza un plan y encuentra eso que hará que tu vida tenga sentido.


Yo me lo he propuesto, y tú?

Bienvenidos todos, empezamos una temporada nueva cargadas de energía y con mucha ilusión de compartir lo que hagamos.

Próxima semana nuevas recetas, os esperamos.


"Solo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible a los ojos"- Antoine de Saint-Exupéry, El Principito.