Una receta muy básica, de origen árabe, que nosotras hacemos un par de veces a la semana, es la del hummus, que viene a ser una pasta de garbanzos con zumo de limón, pasta de semillas de sésamo (tahini), cominos, ajo y aceite de oliva, que puede ir acompañada de pimentón rojo a la hora de emplatar.
Con lo sencillo que es de hacer, lo rico que está, y sus propiedades, deberíamos de comer hummus más a menudo:
- Por el alto contenido en proteínas: ayuda a combatir los ataques de hambre y mantiene los niveles de azúcar en sangre gracias a su bajo valor glucémico. Por eso el hummus está presente en dietas de muchos deportistas, ya que las proteinas que aporta son fácilmente asimilables por el organismo y de una gran calidad.
- Por su aporte nutricional: contiene altas dosis de minerales como el hierro, fósforo, potasio, calcio y magnesio así como de vitamina B, niacina, ácido fólico, tiamina y riboflavina, lo que ayuda a proteger y mejorar el estado de los diferentes órganos de nuestro cuerpo y el sistema muscular y nervioso. Gracias a estos minerales del garbanzo, el hummus se convierte en un alimento muy beneficioso en situaciones de estrés, irritabilidad, nerviosismo y falta de sueño. Su riqueza en ácido fólico lo hace recomendable en el embarazo porque prevenir deformaciones del feto, ayuda en el desarrollo del cerebro del feto. El hierro ayuda a aumentar la energía y que se mantenga la motivación para hacer ejercicio.
- Por su bajo contenido en grasas: el aporte graso del hummus no es elevado y, además, la cantidad de ácidos grasos esenciales es la idónea para el correcto funcionamiento del organismo. Además el elevado contenido de ácido graso Omega 3 ayuda aprevenir enfermedades cardiovasculares y agudizar la inteligencia.
-Hidratos de carbono y fibra: las cantidades de hidratos de carbono saludables y de absorción lenta que aportan energía para mantenernos activos por más tiempo pero con unos niveles de azúcar en sangre muy controlados, por lo que es beneficioso para los diabéticos que deben de controlar sus niveles de glucosa. También destaca la cantidad de fibra que contiene este plato, lo que es muy beneficioso para mantener un organismo depurado y libre de toxinas y favorecer el tránsito digestivo, lo que es importante para prevenir del cáncer de colón y recto y al mismo tiempo prevenir y mejorar el estreñimiento.
- Por su efecto antidepresivo: comer hummus produce serotonina, la hormona de la felicidad, lo mismo que en los antidepresivos.
- Ayuda a reducir el colesterol: el alto contenido proteico y bajo en grasa, así como el contenido de fibra, de los garbanzos hace que contribuya a regular los niveles de colesterol.
- Efectos antioxidantes: a nosotras nos gusta añadir un diente de ajo, que además darle un sabor especial al plato, tiene un poderoso efecto antioxidante, es un antibiótico natural y tiene fuertes poderes germicidas.
A parte de estas propiedades del hummus, nosotras añadimos dos más:
- Es muy fácil de hacer en casa: sólo hay que mezclar los ingredientes en un recipiente y batirlos con la batidora hasta conseguir una textura cremosa y homogénea.
- Es lo mejor que se pueden untar en el pan: en vez de mantequilla, queso de untar, crema de chocolate o alimentos similares, el hummus es lo mejor que se puede untar en el pan si se quiere mantener una dieta sana e incluso se puede acompañar de salmón, huevos duros ... nosotros lo solemos comer como entrante con unas crudités o con un licuado untado en una tostada para desayunar.
Aquí os dejamos dos recetas de hummus, que únicamente se diferencian en un par de ingredientes:
Ingredientes receta 1:
400 gramos de garbanzos cocidos
1 cucharada sopera de tahini o de semillas de sésamo
1 cucharada sopera de puré de ciruelas umeboshi
1 cucharada sopera de cominos molidos
aceite de oliva al gusto
Ingredientes receta 2:
400 gramos de garbanzos cocidos
1 cucharada sopera de tahini o de semillas de sésamo
1 cucharada sopera de cominos molidos
un ajo troceado
1 cucharada de postre de pimienta negra recién molida
zumo de medio limón
una pizca de sal marina.
Pimenton de la vera, para decorar una vez servido.
Elaboración:
Comenzamos cociendo los garbanzos, previamente remojados, con un trozo de alga kombu, 30 minutos si se hace en olla express o una hora si es convencional. Si no tienes tiempo de cocerlos, podemos consumir un bote de garbanzos ecológicos cocidos ya (en este caso lavaríamos y escurriríamos los garbanzos).
Es tan sencilla esta receta como poner todos los ingredientes en el recipiente o vaso del procesador de alimentos y triturar.
Para alcanzar la textura deseada añadimos aceite de oliva o un poquito de agua (ésta puede ser de la cocción de los garbanzos), probamos y rectificamos de sal en caso necesario.
La receta 1 lleva puré de umeboshi, que es un puré de unas ciruelas que se toma en pequeñas cantidades y con muchísimas propiedades: alcaliniza nuestra sangre manteniendo el pH equilibrado (7,35 pH); fuente de minerales importantes como hierro, calcio y magnesio ayudando al cuerpo a su absorción; acelera el movimiento peristáltico de los intestinos; metaboliza el exceso de azúcar y ayuda a disolver el colesterol; útil en intoxicaciones alimentarias y exceso de alcohol; elimina la radioactividad; ayuda y estimula al higado a limpiar nuestro organismo de toxinas y sustancias químicas. Con todas estas super propiedades podremos darnos cuenta que una forma sencilla de incorporar esté puré a nuestra dieta es con el hummus, os lo recomiendo.
Os recomendamos que probéis estas dos formas de hacer el hummus y que decidáis cual os gusta más, yo no sabría que decir, jejeje.
Buen provecho!!
"Aprende a confiar en lo que está ocurriendo. Si hay silencio, déjalo aumentar, algo surgirá. Si hay tormenta, déjala rugir, se calmará"- El Tao