jueves, 3 de septiembre de 2020

Verano tardío

En nuestra cultura consideramos que hay 4 estaciones, en cambio, en la cultura oriental se considera que hay 5 estaciones, añadiendo el verano tardío a las estaciones que nosotros conocemos, denominándose verano tardío al periodo intermedio entre el verano y el otoño, esa época del año en la que notamos que el verano empieza a declinar, y sin embargo, todavía no ha comenzado el otoño y el clima suele ser todavía apacible. Los días se notan más cortos y comienza a refrescar.
La estación de verano tardío pertenece al elemento tierra. El elemento Tierra tiene las características de equilibrar, armonizar, centrar, distribuir y transformar. En esta época del año, necesitamos centrar, calmar y estabilizar nuestro organismo. El sabor del elemento tierra es el dulce, pero hay que matizar que nos referimos a un dulce suave y natural presente en los alimentos ricos en hidratos de carbono de absorción lenta, que nos garantizan unos niveles de glucosa en sangre regulares. Este tipo de dulce lo encontramos en las verduras dulces como la calabaza o las frutas como el melocotón y ayudan a no tener pensamientos repetitivos, a reducir la preocupación y a no dar “demasiadas vueltas” a las cosas. Estar demasiado preocupados nos quita energía y nos quedamos sin fuerza.

Es un momento en el que la energía comienza a descender, y si te observas puedes notar este cambio de energía también en ti. Tras el verano en el que estamos en plena expansión, empezamos de nuevo a recogernos, a estar más calmados. 

Las temperaturas comienzan a descender, las tardes empiezan a refrescar (esto depende de la zona donde vivamos), .... hay menos horas de luz. La naturaleza está calmada y sus colores van transformándose en ocres, rojizos, para dar paso poco a poco al marrón y amarillo.

Los órganos que se activan es este ciclo son estómago, bazo y páncreas. 

El elemento Tierra tiene las características de equilibrar, armonizar, centrar, distribuir y transformar.

Bazo/páncreas, considerado un solo órgano complementario del estómago, además de encargarse de la hematopoyesis (producción de glóbulos rojos) tiene la función de reunir energías distintas y renovarlas, proporcionando al organismo elementos nutritivos y sangre. El bazo regula el metabolismo, decidiendo la cantidad de principios inmediatos que deben ser transformados en sangre, elabora la linfa y el plasma, controla la formación de la saliva y contiene la sangre, impidiendo hemorragias y el estómago ayuda al bazo a transformar el alimento en energía 

Si hay disfunción de estos órganos aparecen síntomas como hemorragias, hematomas, varices y metrorragias (hemorragia uterina). Obsesión y preocupación son el resultado de dicha situación porque así como la reflexión es la emoción positiva de un bazo/estomago en salud, su tendencia psíquica negativa es la preocupación, que aparece cuando estos órganos sufren alguna enfermedad.

Qué cambios debemos realizar en nuestra alimentación en el verano tardío? No se trata de sustituir los alimentos y las formas de cocinado radicalmente de una estación a otra, si no que los iremos introduciendo paulatinamente, a medida que vaya cambiando el clima ya que se trata de observar los cambios que realiza la naturaleza y adaptarnos a ellos.

Comenzando a introducir alimentos más nutritivos y templados que nos ayuden a reforzar y remineralizar nuestro organismo, creando el centro y la fuerza necesaria para afrontar los meses del futuro invierno.
Comenzaremos a utilizar formas de cocinado más largas, y evitaremos o disminuiremos las ensaladas y vegetales crudos, las frutas crudas y las bebidas frías. Utilizaremos con más asiduidad estofados, salteados, escaldados, guisados, prensados.. El objetivo de utilizar estas formas de cocción es ir poco a poco calentando nuestro cuerpo para prepararnos para las temperaturas más frías.

Los alimentos que más nos nutren en esta estación son:

- Cereales: Volvemos a incrementar el consumo de cereales en grano que aportan más centro y calor y vamos reduciendo los procesados como bulgur, cucús y pasta.
Usaremos más arroces de grano redondo, dejando poco a poco los de grano largo y basmati. El cereal por excelencia para esta estación es el mijo, uno de los cereales más versátiles en la cocina. Puedes utilizarlo en ensaladas y pasteles, es ideal para preparar croquetas, e incluso lo puedes usar en sencillos postres endulzado con concentrado de manzana.

- Legumbres: Son ideales las más pequeñas y compactas como las lentejas y los azukis, aunque podemos usarlas todas.

- Proteína vegetal: El tempeh y el seitán son las mejores proteínas para esta estación. El tofu tiene un efecto enfriante, si queremos consumirlo, sería bueno utilizar métodos de cocción que lo calienten: estofado, rebozado y frito, o acompañarlo de alimentos que calienten como raíces y verduras redondas.

- Verduras: Las verduras amarillas, anaranjadas y redondas son las ideales en este momento. Suelen ser verduras que proporcionan un sabor dulce natural que nutren y refuerzan el estómago y bazo-páncreas: calabaza, cebolla, zanahoria, nabo, col, colinabo, boniato, etc. Prueba a prepararlas asadas… quedan deliciosas!!

- Algas: La más adecuada para esta estación es la arame, por su sabor dulce que tanto nos tonifica en este momento. Para usarla, basta con remojarla durante unos minutos y añadirla luego a ensaladas o salteados de verduras. La puedes tener en un bol con agua junto a la cocina para que no se te olvide usarla. Un puñadito será más que suficiente para toda la familia.

- Frutas: Ya están aquí las uvas, peras, manzanas… Puedes empezar a preparar sabrosas compotas que irán ayudando a crear esa energía de recogimiento que fluye en el otoño. Puedes combinar varias frutas y cocinarlas con pasas y orejones que aportarán un dulzor natural.

- Semillas y frutos secos: Las semillas de girasol son ideales para está época. En líneas generales, podemos consumir durante todo el año y en cantidad moderada, pipas de girasol, calabaza y sésamo. Pronto comenzarán a caer las primeras nueces y avellanas.

- Condimentos: Es interesante disminuir sabores ácidos como cítricos que tienen un efecto más enfriador. Podemos comenzar a introducir especias que calientan ligeramente como la canela, el clavo, el jengibre o la nuez moscada.


La cocina energética trata del equilibrio natural considerando la condición física de cada persona y su salud en particular. Por ello estas recomendaciones son generales y espero que te sirvan de guía.



"No solo eres responsable de lo que haces sino de lo que no haces"




No hay comentarios:

Publicar un comentario