miércoles, 27 de mayo de 2020

Olivada

La olivada o tapenade es una receta sencilla y muy mediterránea que podemos realizar fácilmente con uno de los productos más nuestros, la aceituna.

La aceituna, parte de nuestra cultura mediterránea

La aceituna forma parte de nuestra gastronomía desde hace siglos. Los fenicios, los romanos, y todos los pueblos que pasaron por aquí sucumbieron a ella y la incorporaron a sus elaboraciones culinarias.
Pequeña en tamaño pero grande en propiedades beneficiosas para la salud, este fruto está presente en cocinas, recetas y en nuestra cultura.
Además es un alimento cuyo peculiar sabor se fusiona a la perfección con infinidad de productos consiguiendo unas combinaciones exquisitas. 

La olivada es un puré o pasta de aceitunas que se suele usar para untar en pan o también como salsa o condimentos para diversos platos, también es un delicioso aperitivo untado sobre una tosta o acompañando unas hortalizas crudas, una carne o un pescado a la parrilla, con un plato de pasta o servido con huevos duros que mezclados con la yema resulta una delicia y también se puede usar en aliños de ensaladas, disolviéndola en más aceite.

Como su ingrediente principal es la aceituna, contiene todas las propiedades de este fruto carnoso. Es rico en ácidos grasos poliinsaturados (grasas beneficiosas), fibra, vitamina E y A. Aunque sea rico en calorías, son de máxima calidad, por ello es bueno y sano tomarlo, además resulta muy saciante.

Hay muchas recetas de olivada, ya que acepta todas las variaciones posibles, en este post te dejo mis favoritas.

Olivada negra

250 gr. de aceitunas negras carnosas de buena calidad
4 tomates secos
5 hojas de albahaca o cucharadita de romero fresco o tomillo fresco
1/2 diente de ajo
c/n aceite de oliva
pizca de sal marina

Olivada verde

250 gr. de aceitunas verdes tipo manzanilla de buena calidad
1 cucharada de almendras
2 filetes de anchoas
1 cucharadita de alcaparras
c/n aceite de oliva

Olivada con anchoas

4 filetes anchoas
2 dientes ajos
150 g aceitunas negras deshuesadas 
1 cucharadita alcaparras en vinagre
c/n aceite de oliva
tomillo seco
romero  seco 

La preparación es muy sencilla

Deshuesar las aceitunas si no las hemos comprado ya sin hueso. Triturar todos los ingredientes (menos el aceite) con una batidora o un robot de cocina hasta que se forme un puré grueso.
Ir añadiendo aceite poco a poco y removiendo hasta que la olivada tenga una consistencia cremosa, pero espesa, la que más nos guste. 
Servir como se desee y disfrutar!. Si quieres guardarlo para otro uso, te recomiendo que lo guardes en un tarro de vidrio bien tapado en la nevera, aguanta bien.




"Vivir bien supone estar siempre en contacto con uno mismo".- Pablo D'Ors

 


jueves, 21 de mayo de 2020

Bocados quinoa y almendra bañados de chocolate puro

En esta ocasión comparto una receta maravillosa de Agnès Pérez que me encantó y que preparo para los más golosos de la casa.

Es una receta muy sencilla y lo que marca la diferencia es utilizar ingredientes de calidad, yo los compro todos en El Rebost, pero podrás encontrarlos en cualquier herbolario o tienda similar.
Anímate y pruébala, será un éxito como postre para celebraciones y de paso comprobar que se puede comer sano y rico.

Ingredientes:
50 gr de chocolate 100% cacao
1 1/2 cucharada sopera de melaza de arroz
1 tazón de quinoa hinchada, 
2 cucharadas soperas de arándanos secos, 
1 1/2 cucharada de puré de almendras (crema de cacahuetes o crema de avellanas) 
un poco de sal marina 
coco rallado. 

Preparación:
Mezcla el puré de almendras con la melaza y una pizquita de sal marina.
Añade la quinoa, los arándanos (yo los hago trocitos pequeños) y remueve bien con una espátula. 
Extiende la mezcla sobre un papel de hornear y prénsala con el rodillo de amasar hasta que quede de un grosor de 1 cm aproximadamente. 
Luego, derrite al baño maría el chocolate, añadiendo 1 cucharada sopera de melaza y una pizquita de sal marina.
Cuando esté deshecho, cubre la masa de quinoa.
Deja enfriar y antes de comer espolvorea con coco rallado por encima.


"Los pájaros nacidos en jaula creen que volar es una enfermedad".- Alejandro Jodorowsky

martes, 19 de mayo de 2020

Alimentación en primavera

La primavera está a la vuelta de la esquina; poco a poco los días se alargan, los almendros comenzarán a florecer en breve y los narcisos nos anuncian el cambio de estación.

Las aves también auguran el paso de estación, surcan los cielos buscando ramitas para rehacer sus nidos. El monte se llena de trinos y revoloteos de pájaros.

Todavía vendrán días de frío y lluvia, incluso alguna nevada tardía, pero ya no es lo mismo. La promesa de los días cálidos, la cercanía de la época sin abrigos, la certeza de saber que el sol volverá a brillar durante más horas y a broncearnos, hacen estas últimas semanas de frío mucho más llevaderas.

Al igual que la naturaleza, nuestro cuerpo, también comienza a salir del letargo. Sentimos que intenta abrirse, activarse, dejando atrás el recogimiento y la quietud del invierno.

Hay una disposición natural a limpiar y aligerar cargas acumuladas.

La medicina china asocia la primavera a la infancia; la etapa de la vida en la que crecemos a mayor velocidad; en la que disponemos de mayor caudal de energía.

Así pues, esta estación es momento de crecimiento y expansión, momento para crear y desarrollarse, comienza el movimiento…

Conservar la salud durante la primavera significa mantener su elemento, madera: mantener el hígado y la vesícula biliar en la mejor forma posible.

El hígado


El hígado ayuda al metabolismo de los carbohidratos, grasas y proteínas, regula el nivel de azúcar en la sangre transformando las grasas y proteínas en glucosa.

Forma vitamina A y la almacena junto a minerales como el cobre, el zinc y el hierro. Filtra las toxinas de la sangre y las descompone para permitir su eliminación.

El hígado es el principal laboratorio de nuestro organismo, almacena y distribuye la nutrición por todo el cuerpo. También produce bilis que ayuda a la digestión.

Depurar y purificar, justo lo que necesita nuestro cuerpo después del invierno, limpiar los excesos de energía pesada y densa del invierno.

¿Cómo depurar?


Fuente: facpe
Para depurar reduciremos la cantidad de proteína diaria y aumentaremos la ingesta de verduras de todo tipo.

Las verduras y frutas ligeramente amargas y ácidos frescos son buenas purificantes: berros, ortigas, rabanitos, alcachofas, puerros, borrajas, kiwi, limón.

En primavera seguimos necesitando energía que caliente, nutra y equilibre, pero no tanto como en estaciones pasadas.

Debemos reducir la ingesta de sal o condimentos salados, el tiempo de cocción, aceite (fritos), asados y cocciones a presión o estofados largos; e integraremos más alimentos y métodos más ligeros como el vapor, hervidos, escaldados, salteados o germinados. 

Las sopas deberán ser más ligeras que en invierno, con menos cereales y leguminosas y más verduras.

La fruta tiene el efecto energético de enfriar y aunque ahora nos resulte muy tentador intentaremos recordar que todavía no es verano.

Es recomendable utilizar frutas estacionales aplicando algún factor como el fuego (compotas) o la sal (frutas maceradas).

Con estos consejos y con la práctica frecuente de un deporte como el yoga o pilates conseguiremos estar en sintonía con el entorno que nos rodea y disfrutar de la salud en plenitud.

Que disfrutéis de la primavera!!

(Colaboración para http://vidalaurayoga.es)




Masticar es importante

Mujer comiéndose un sandwich

¿Por qué es importante masticar bien?


La masticación es la primera etapa de la digestión y normalmente no se le presta la atención que deberíamos.

Normalmente cuando cocinamos y nos sentamos a comer nos centramos más en cuál es la mejor combinación de ingredientes, qué cocción es la que más conviene, si vale la pena hacer remojo, cuándo pelar y cuándo no, etc… olvidando aspectos simples y esenciales, como masticar.

La digestión es necesaria para que podamos absorber los nutrientes de los alimentos y para ello primero es necesario romper los alimentos en trozos muy, muy pequeños para que puedan ser absorbidos y entrar en el torrente sanguíneo

Cuando masticamos rompemos el alimento por primera vez en nuestra boca mediante acciones mecánicas de nuestra dentadura y químicas (a través de la saliva).

A continuación en el estómago el alimento seguirá sufriendo transformaciones para pasar luego al intestino, que también en etapas se ocupará de seguir reduciendo el alimento hasta conseguir las sustancias que por fin absorberemos.
Motivos para masticar bien

Los principales motivos para masticar bien cada bocado son los siguientes:

– Si masticamos bien, damos menos trabajo al resto de etapas de la digestión, minimizando por ejemplo los gases y el hinchazón de nuestro vientre.

– La masticación activa la producción de jugos gástricos que necesitamos para la digestión estomacal.

– Cuanto más rato masticamos cada bocado, la sensación de saciedad antes llega.

– Más disfrutamos del sabor y olor del alimento, ese momento del masticado se puede convertir en un momento de presencia, de masticado consciente.
Propuestas para masticar mejor

La mayoría de personas come con prisas, de pie, de camino al trabajo o distraídas por la TV o el móvil, y aunque el momento de masticar sea placentero, nos cuesta mucho dedicarle tiempo.

Si te propones prestarle atención a este proceso, puedes contar las veces que masticas cada bocado, e intentar acercarte a 30-40 veces.

Muchas veces es impracticable alcanzar esa cifra, pero te puede ayudar:
- soltar los cubiertos de la mano entre bocado y bocado;
- probar a masticar las bebidas, que aunque no sean alimentos sólidos, nos ayuda a ir interiorizando el masticado;
- añadir a tus platos alimentos duros como semillas, frutos secos, fruta o verdura cruda, te ayuda a masticar más; 
- usar toppings en batidos, zumos o cremas y purés.

Para comenzar puedes probar a sentarte a la mesa sin distracciones, intentar no hablar mientras comes, estar atento a lo que comes y descubrir el sabor de cada ingrediente… todo esto te puede ayudar a encontrar la presencia en el momento de comer.

Masticar con conciencia es una forma de disfrutar del aquí y el ahora y, al mismo tiempo, de favorecer una mayor salud digestiva.


(Colaboración para http://vidalaurayoga.es)