Esta tarta es una versión de la tarta de manzana de la abuela. Versión sin gluten por lo tanto apta para celíacos, al utilizar quinoa en la base.
La quinoa no es más que una semilla, pero con características únicas al poder consumirse como un cereal, por eso, la llamamos también pseudocereal. Como tal, la quinoa provee la mayor parte de sus calorías en forma de hidratos complejos, pero también aporta cerca de 16 gramos de proteínas por cada 100 gramos y ofrece alrededor de 6 gramos de grasas en igual cantidad de alimento.
Si comparamos la quinoa con la mayor parte de los cereales, ésta contiene muchas más proteínas y grasas, aunque éstas últimas son en su mayoría insaturadas, destacándose la presencia de ácidos omega 6 y omega 3. Respecto al aporte calórico, la quinoa es semejante o levemente superior a un cereal, pues contiene menor cantidad de hidratos.
Asimismo, debemos destacar su alto aporte de fibra, ya que puede alcanzar los 15 gramos por cada 100 gramos, siendo en su mayoría, fibra de tipo insoluble como poseen característicamente las semillas.
Si nos referimos a los micronutrientes, en la quinoa destaca el contenido de potasio, magnesio, calcio, fósforo, hierro y zinc entre los minerales, mientras que también ofrece vitaminas del complejo B en cantidades apreciables y vitamina E con función antioxidante.
La quinoa al poder emplearse como un cereal, es especialmente beneficiosa en la dieta de personas celíacas, ya que no contiene gluten.
Asimismo, por su alto contenido en fibra y su mayor aporte proteico respecto a los cereales, la quinoa tiene un bajo índice glucémico, lo que la vuelve ideal para personas con diabetes o que desean adelgazar comiendo sano.
También es de gran ayuda para controlar los niveles de colesterol en sangre, ya que su fibra y sus lípidos insaturados favorecen el perfil lipídico en el organismo.
Por supuesto, también contribuye a revertir el estreñimiento dado su alto contenido de fibra insoluble, y puede ser de gran utilidad en la dieta de personas vegetarianas, ya que posee una elevada proporción de proteínas y también, es buena fuente de hierro de origen vegetal.
Para el deportista puede ser un alimento muy valioso, semejante a la avena, dada la presencia de buenos minerales, de hidratos complejos y proteínas.
Para comenzar a utilizar la quinoa es importante hacer un lavado previo de las semillas, frotando las mismas suavemente con las manos, bajo el agua, de manera que se quite la capa de saponinas que recubre las semillas y que de quedarse allí, aportaría un sabor amargo.
Debemos tener cuidado dada la pequeñez de la semilla, podemos hacer esta operación sobre un tamiz. No debemos remojar, sino lavar y enjuagar repetidas veces, yo lo hago unas tres o cuatro veces bajo el grifo de agua, desechando el agua en cada lavado.
Ingredientes:
150 gr de quinoa
Zumo de manzana ecológico
2 cucharadas soperas colmadas de semillas de lino
10 dátiles meedjool sin hueso
150 gr de leche vegetal
3 o 4 manzanas reinetas
Preparación:
Dejar activado del día anterior las semillas de lino, cubriéndolas con 6 o 7 cucharadas de agua, deja también los dátiles en remojo para que se hidraten (simplemente cúbrelos con agua).
Cuece la quinoa tal y como indica el envase en el zumo de manzana, lavándola previamente muy bien para eliminar la saponina. Cuécela con dos veces y media de zumo de manzana ecológico hasta que se quede sin líquido la olla (más menos 20 minutos).
Precalienta el horno a 180ºC. Muele las semillas de lino en una trituradora (sin retirar el agua) y mezcla con la quinoa hasta conseguir una mezcla homogénea. La función de las semillas de lino en esta receta es la misma que harían los huevos, de hecho, yo le llamo el huevo de lino. También serviría moler en seco el lino antes de remojarlo, así el tiempo de remojo se reduce.
Engrasa con unas gotas de aceite de oliva un molde desmontable y reparte la quinoa por toda la base subiendo un poco por los bordes, haciendo un poco de pared. Es importante que el grosor no sea más que medio centímetro y que el alto del borde sea un centímetro aproximadamente. Mete en el horno 20 minutos.
Tritura los dátiles con la leche vegetal hasta conseguir una crema homogénea y parte las manzanas en gajos finos. Vierte la crema sobre la base y coloca, en forma de espiral empezando desde fuera los gajos de manzana, espolvorea con canela y hornea otros 20 minutos, espera a que enfríe para desmoldar. No te preocupes si la base antes de hornear se desmenuza un poco, es normal, termina de "cuajar" en el horno por la acción de las semillas de lino, un fantástico sustituto del huevo.
Espero que te guste y que la disfrutes.
"El primero en disculparse es el más valiente. El primero en perdonar es el más fuerte. Y el primero en olvidar es el más feliz"- autor desconocido por mi.
Qué rica!!!
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