viernes, 18 de diciembre de 2020

Chai Tea


El té chai o Masala Chai es una mezcla de té, especias y leche originada en la India que ha ganado muchísima popularidad durante estos últimos años en el resto del mundo. 

Esta peculiar combinación destaca por un sabor potente, pero también por sus bondades para la salud. Las propiedades del té chai reúnen, en una sola bebida, los beneficios de ingredientes usados en la medicina natural como el té, el jengibre y otras especias. 

La base de cualquier té chai es el té negro. A partir de aquí, existe una infinidad de recetas que incorporan especias muy variadas. Suelen ser habituales el jengibre, la pimienta, la canela, el anís estrellado, el cardamomo y el clavo, pero cada receta incorpora un toque de la casa particular.

Las propiedades del té chai para la salud están relacionadas con los beneficios de sus ingredientes.

En conjunto, el té chai destaca por los siguientes beneficios.
  • Bueno para el corazón: ingredientes como el té negro y la pimienta son conocidos por sus efectos sobre la salud cardiovascular.
  • Digestivo: la mayoría de especias que forman parte de la receta del té chai cuentan con propiedades que te ayudarán a tener una digestión menos pesada. El jengibre, la canela, el clavo… todas son bien conocidas por sus propiedades digestivas y carminativas.
  • Antioxidante: a la riqueza en polifenoles del té se le suman otros compuestos antioxidantes provenientes de las especias. Una combinación super potente.
  • Antiinflamatorio: el té chai suele juntar varias especias que destacan por sus efectos antiinflamatorios, entre ellas el jengibre, el clavo y la canela.

Merece la pena analizar en detalle las propiedades de cada elemento que compone el té chai, ya que de ellos se derivan varias interesantes propiedades secundarias.

Las propiedades del té negro
  • Corazón: algunos estudios indican que los polifenoles presentes en el té negro podrían ayudar a combatir factores asociados con las enfermedades cardiovasculares, como la presión sanguínea y los niveles de colesterol en sangre.
  • Diabetes: los polifenoles también podrían incrementar la actividad de la insulina. De este modo, el té negro podría ayudar a reducir los niveles de azúcar en sangre que pueden inducir la aparición de la diabetes de tipo 2. 
  • Flora intestinal: el té negro podría ayudar a crear una flora bacteriana intestinal sana. El té negro podría impedir el crecimiento de algunos microorganismos dañinos que pueden causar úlceras y diarreas.
  • Cerebro: la cafeína y los antioxidantes presentes en el té negro podrían ayudar a combatir enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y el Alzheimer.
  • Energía: la cafeína del té negro puede darte un extra de energía en los momentos en que lo necesites. El té, además, contiene un aminoácido llamado L-teanina, que afecta a cómo tu cuerpo asimila la cafeína, alargando su efecto y haciéndolo más suave. 
  • Efectos antioxidantes: el té negro es rico en antioxidantes, unos elementos capaces de ayudar a combatir el estrés oxidativo, un proceso que se cree que está relacionado con varias enfermedades y procesos de deterioro del cuerpo humano.
  • Efectos anticancerígenos: varios estudios analizan la conexión entre el consumo de té negro y la disminución del riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer. Los efectos antioxidantes de los polifenoles podrían evitar la mutación de células sanas en cancerosas y frenar su reproducción. 
Las propiedades de las especias

Más allá de su presencia en la cocina, las especias han formado parte al botiquín de la medicina tradicional desde tiempos inmemoriales. Ya los griegos y romanos usaban multitud de ellas para tratar sus problemas de salud. 

El té chai cuenta entre sus ingredientes con varias especias famosas por sus propiedades digestivas, como la canela o el anís estrellado. Muchos de sus componentes tienen, a su vez, efectos antiinflamatorios, como el clavo o el jengibre. De forma general, el té chai es una bebida que puede ayudarte si tienes digestiones complicadas o sufres de problemas como los cólicos o las flatulencias. 

De un vistazo, las especias que se usan como parte de la mezcla del té chai se caracterizan fundamentalmente por las siguientes propiedades: Antiinflamatorias, Digestivas, Carminativas (para evitar los gases), Contra las náuseas, Contra los cólicos.
  • Jengibre: El jengibre es antiinflamatorio y se han estudiado sus propiedades para el tratamiento y reducción del dolor proveniente de la osteoartritis. Además, el jengibre es habitualmente utilizado para tratar náuseas y mareos. El jengibre es un vasodilatador y se ha usado en la medicina tradicional para mejorar la digestión y tratar flatulencias y vómitos.
  • Clavo: El clavo tiene propiedades antiinflamatorias. En la medicina tradicional, se usa con propósitos analgésicos. También tiene usos como carminativo (es capaz de reducir los gases producidos durante la digestión)
  • Canela: La canela podría usarse para reducir el azúcar en sangre de las personas diabéticas. También sirve para controlar los niveles de triglicéridos y colesterol. La canela es un gran relajante muscular, ya que tiene propiedades antiinflamatorias. Una aplicación tradicional de la canela es para mejorar los procesos digestivos, ya que ayuda a la expulsión de gases y a combatir las náuseas.
  • Anís estrellado: El anís estrellado es un buen remedio contra el cólico y contribuye a una buena digestión. También se usa contra el reumatismo.
  • Cardamomo: El cardamomo sirve para aliviar problemas relacionados con la indigestión y tratar retortijones y cólicos. Es un sialagogo (estimula la secreción de saliva) y un estimulante del apetito. 
  • Pimienta: La piperina, elemento presente en la pimienta, se conoce por sus propiedades antiinflamatorias, analgésicas y anti hipertensivas.

martes, 17 de noviembre de 2020

Bolas de sésamo

Estas bolas son un delicioso postre o tentempié, son muy saciantes y además nos beneficiamos de las propiedades del sésamo (o ajonjolí), que no son pocas.


Historia del sésamo

En muchos países del mundo, esta pequeña semilla se considera el símbolo de la inmortalidad y es una de las primeras semillas oleaginosas conocidas por la humanidad.

Se trata de una planta herbácea originaria de la India y África, Sesamum indicum. Hay dos tipos de semillas de sésamo: semillas de sésamo negro y semillas de sésamo blanco. Las pequeñas semillas de sésamo son una fuente valiosa de nutrientes. Con ellas se elabora el tahin o tahine, que no es más que las semillas de sésamo trituradas y el gomasio.

Propiedades del sésamo

Al igual que sus primos oleaginosos, como las semillas de girasol, las semillas de lino, las semillas de calabaza, las nueces, los piñones, las avellanas o los pistachos, las semillas de sésamo son ricas en ácidos grasos insaturados. De hecho, estos son sanos. Ricas en calcio, las semillas de sésamo también tienen muchas otras propiedades que ayudan a mantener una buena salud cardiovascular.

¿Para qué sirve el sésamo? 

Toma nota de estas 10 cualidades beneficiosas:

1.- El sésamo contribuye a reducir los niveles de colesterol en sangre debido principalmente a su contenido en lecitina (ácido graso insaturado). La lecitina disuelve las grasas y previene su adherencia a las paredes de las arterias.

2.- Estas semillas contribuyen a regular y mejorar la función intestinal debido al contenido en fibra que poseen. Nos ayudará a prevenir el estreñimiento y a prevenir enfermedades del tracto intestinal.

3.- El ajonjolí contribuye a que nuestro sistema cardiovascular realice sus funciones correctamente y se reduzcan las posibilidades de padecer dolencias cardiovasculares.

4.- La proteína vegetal de ajonjolí está formada por uno de los 8 aminoácidos esenciales (la metionina). Es una excelente fuente de proteína vegetal para veganos para incorporar a una dieta habitual.

5.- El sésamo nos proporciona hierro, un micromineral que participa en diferentes funciones en nuestro organismo: es imprescindible para transportar el oxígeno, participa en la producción de hemoglobina y de colágeno. Su carencia es relativamente común, especialmente en mujeres, pudiendo provocar anemia ferropénica.

6.- El magnesio que nos proporcionan las semillas de ajonjolí contribuye al correcto funcionamiento de nervios y músculos y en ayuda a mantener nuestros huesos fuertes.

7.- Las semillas de ajonjolí son un excelente complemento para las personas que tengan problemas circulatorios o que deseen prevenirlos. Además están especialmente indicadas para hemorroides.

8.- El sésamo es un aliado para cuidar de nuestro hígado y a prevenir la migraña originada por problemas en el funcionamiento en éste órgano.

9.- El aceite de sésamo de primera presión en frío y ecológico nos aporta las propiedades de las semillas y lo podemos usar tanto de forma interna como externa, pudiéndolo utilizar para mejorar dolencias de la piel, prevenir su envejecimiento prematuro, eliminar o diseminar las arrugas finas y protegernos del sol.

10.- La combinación del calcio y el fósforo que contienen las semillas de sésamo resultan muy beneficiosas para cuidar de nuestros huesos y dientes y contribuyen a prevenir enfermedades óseas..

Vamos ya con la receta.

Ingredientes:

300 gr Sésamo crudo blanco
Melaza de arroz (la que admita)

Elaboración:

Tostamos las semillas de sésamo hasta que estén doradas. Tener cuidado que no se tuesten demasiado ya que se quedarían amargas. Las molemos con ayuda de un molinillo de café o un molinillo manual. Tiene que quedar la semilla en polvo totalmente para que luego poder hacer la forma sin que se nos deshaga.
En una cazuela, calentamos 4 cucharadas soperas de melaza a fuego muy lento, vamos añadiendo el sésamo y removiendo. Conforme vaya absorbiendo la melaza el sésamo iremos añadiendo mas cantidad de éste.
Cuando la textura sea lo suficientemente espesa como para dar forma a las bolas, dejamos de añadir sésamo. Esperamos a que se enfríe y vamos haciendo las bolas, del tamaño que quieras. Las podemos ir pasando por un bol con semillas de sésamo para decorar o simplemente presentarlas como están.
La textura final no debe ser pegajosa, de esta manera te las puedes llevar a donde quieras en una bolsa de papel sin que se te manche.
Espero que te guste esta receta y te animes a hacerla.




"La felicidad no está en otro lugar sino en este lugar, no en otra hora, sino en esta hora"- Walt Whitman


martes, 29 de septiembre de 2020

Ramen vegano

El Ramen es una de las sopas de fideos (noodles) más famosas de la cocina japonesa, aunque su origen es chino. Cuando llegó a Japón ( lo llevaron los primeros emigrantes chinos durante la Reforma Meiji a finales del siglo XIX-principios del XX) se adaptó utilizando sus ingrediente y condimentos y se hizo muy popular convirtiéndose en uno de los platos nacionales de Japón.


En Japón el ramen es un plato que se puede encontrar y disfrutar muy fácilmente, ya que se vende en casi todas las partes en los restaurantes o en puestos de vendedores ambulantes, incluso se vende en máquinas expendedoras.

La gran característica que define al ramen japonés, y que lo diferencia de la sopa china, está en el caldo. Podríamos decir que es la base, el alma de un buen ramen, lo que define el plato y marca su calidad.

¿Qué es el ramen?


A grandes rasgos, el ramen es un cuenco de sopa de fideos con un caldo muy aromático y acompañado de distintos ingredientes, que se añaden a modo de toppings. Puede ser una sopa caliente o fría, con carne, pescado o vegetariana, picante o más dulce, incluso hay versiones secas. Lo habitual es preparar el caldo por un lado, servirlo en cuencos con los fideos y coronarlo con el resto de componentes. 

Componentes del ramen


Tare: Es algo así como la esencia de la sopa, una especie de salsa muy concentrada de sabor que se coloca normalmente en el fondo del cuenco antes de añadir el caldo. Suele ser a base de salsa de soja, miso, sake o mirin, entre otros ingredientes. 

Caldo: Es el alma auténtico del ramen, para el que no se debe escatimar en la calidad de los ingredientes ni el tiempo en prepararlo. En la cocina occidental también sabemos que en un buen caldo está el secreto de muchos platos, y nunca hay que meterle prisa. Los hay de carne, pollo, pescado o vegetales. 

Fideos: Existen muchos tipos distintos de fideos para ramen, si bien todos se elaboran con harina de trigo. “Ramen” se refiere, de hecho, a los fideos y proviene de las palabras chinas la (estirar) y mian (fideo). Los hay más gruesos o más finos, más o menos curvos, etc. 

Ingredientes añadidos “toppings”: No hay reglas sobre los ingredientes que coronan y acompañan los fideos en esta sopa. Hay ramen de carne, de pescado o totalmente vegetarianos, aunque lo habitual es combinar un poco de todo. Son populares la carne de cerdo, panceta, carne picada, langostinos, cangrejo, moluscos varios, algas, setas, bambú, huevo cocido o crudo, cebolleta... 

Aromas, especias y aliños: Para aderezar el ramen se pueden añadir otros ingredientes, como salsa de soja, curry, pasta de ajo, semillas de sésamo, especias togarashi, pimienta sancho, mantequilla, bonito seco en copos -katsuobushi- , aceites aromatizados, etc. 

Un buen plato de ramen te atrapa porque es reconfortante, nutritivo y lleno de sabores y aromas que alimentan el cuerpo y el alma. 

¿No ocurre lo mismo con nuestros queridos platos de cuchara? Esos guisos preparados con mimo, que tan buenos recuerdos nos traen, preparados con la calma del chup-chup y que se degustan sin complicaciones. Son humildes en apariencia, pero riquísimos y complejos en matices de sabor y sensaciones. 

El ramen se puede complicar todo lo que uno quiera, usando ingredientes más o menos exclusivos, pero en realidad es un plato económico. Esa fue la primera clave de su éxito, era el plato ideal para alimentar a gente sencilla trabajadora, que tenía poco tiempo para detenerse a comer. Además son recetas muy completas, nutricionalmente hablando, y hay opciones para todos los gustos. 

No hace falta ir a un restaurante elegante ni complicarse a la hora de comer para devorar un cuenco de ramen. Las ciudades están llenas de locales sencillos y muchos puestos callejeros que despachan platos de ramen a gente de todo tipo y casi a cualquier hora. Casi podemos hablar de fast food japonés, a pesar de que tras esos caldos tan ricos sabemos que hay horas de dedicación. 

Ahora vamos con lo que nos ocupa, la receta de ramen vegano que hago en casa, espero que os guste y os inspire a cocinar vuestra versión. 

Ingredientes

Tofu marinado: 
  • 400 gr de tofu
  • 2 cs de aceite de sésamo tostado
  • 3 cs de tamari (o salsa de soja)
  • 2 cs zumo de limón 
  • 3 dientes de ajo picados o rallados
  • 1 cs de zumo de jengibre (se ralla muy fino y se escurre el zumo)
  • 1 cs de sirope (arroz, agave ...)
  • aceite para freír el tofu
Caldo:
  • 8 setas shiitake secas 
  • 1 cs de aceite de sésamo
  • 6 dientes de ajo picados
  • 1 cebolla cortada en medias lunas
  • 2 l. de agua
  • 3 cm de jengibre picado
  • 1 tira de 10 cm de kombu
  • 1 zanahoria grande, cortada en palillos
  • 1 c.p de sal marina
  • 5 cs de tamari (o salsa de soja)
Toppings: 
  • 100 gr setas shiitake frescas o champiñones
  • ramilletes de brócoli
  • parte verde de la cebolleta o cebollino
  • semillas de sésamo tostado
  • fideos que más nos gusten (noodles) soba, de arroz ...

Elaboración

Comenzamos preparando el tofu, eliminamos la humedad con papel de cocina y lo cortamos en lonchas de medio dedo de grosor. las colocamos en un plato llano.
En un cuenco preparamos el marinado del tofu mezclando bien el aceite de sésamo, el tamari, el zumo de limón, el ajo rallado, el zumo de jengibre fresco y el sirope. 
A continuación lo vertemos sobre las lonchas de tofu y lo dejamos marinar durante un mínimo de 30 minutos. Reservamos hasta que esté el ramen listo para emplatar, en ese instante lo freiremos

Mientras se macera el tofu, preparamos el caldo. Ponemos las setas shiitakes secas a remojo en agua caliente durante unos 15 minutos. Pasado este tiempo, las escurrimos bien (reserva el agua de remojo) y las cortamos en láminas. 
En una olla calentamos el aceite de sésamo y salteamos el ajo y la cebolla juntos durante 10 minutos, añadiendo un chorrito de agua si vemos que las verduras se pegan a la olla. 
Añadimos el agua, el agua de remojo de las setas shiitake, las rodajas de jengibre, el alga kombu, la zanahoria cortada en cerillas, las setas shiitake y la sal. Llevar a ebullición, bajar el fuego a mínimo y hervir durante 20 minutos. Pasado este tiempo añadiremos el tamari. 

En una sartén con un chorrito de aceite freímos el tofu  y  saltearemos las setas frescas laminadas, unos ramitos de brócoli o la verdura que más os guste; y mientras tanto, cocemos la pasta o los noodles según las instrucciones del paquete y la escurrimos bien.

Para servir utilizaremos un bol, en el que pondremos un poco de caldo, los noodles por encima, las verduras salteadas, el tofu, un poco de la parte verde de la cebolleta cortada finamente y sésamo tostado. Y listo para saborear.



"La mayoría de la gente quiere conseguir lo que quiere, mientras que el secreto es querer lo que se obtiene en este momento"- Eckhart Tolle.



 

martes, 22 de septiembre de 2020

Alimentarse en otoño

La energía otoñal es una energía que se mueve hacia adentro, después de sentir la energía expansiva del verano, lentamente empezamos a transicionar a una energía de recogimiento. A mitad de otoño ya experimentamos mucho más intensamente este movimiento energético “hacia adentro” que nos prepara para el invierno. Y es recomendable soltar lo viejo, lo estancado, lo putrefacto, lo que ya no nos es útil ni saludable, dando la oportunidad al despegarlo de que sea reciclado y dignificado. 


Una de las Leyes Universales, es la Ley de la impermanencia, que dice que todo está en constante cambio y movimiento, todo muta y se transforma constantemente. Sentir tristeza es natural, es una emoción humana más, pero es importante sentirla y expresarla sin quedarnos apegados a ella. 

Cuando somos capaces de aceptar el cambio y la impermanencia de la vida, entonces la tristeza es como una oleada que va, nos revuelca en mayor o menor medida, pero luego marcha. Nos permitimos sentir la tristeza, atravesamos el duelo, pero podemos disolver los vínculos antiguos y cerrar un proceso, para dejar espacio y abrirnos a algo nuevo. 

El órgano y la víscera que se encuentran más activos durante el Otoño son los Pulmones y el Intestino Grueso. Ambos tienen funciones de eliminación y purificación en nuestro cuerpo. Y ambos nos presentan con una importante metáfora sobre la importancia de aprender a soltar y fluir con los cambios de la vida. 

Los pulmones, nos conectan con el recibir y soltar. Su función purificadora del aire nos mantiene vivos gracias al balance entre la inhalación y la exhalación. La vida es un constante flujo de intercambio de energía. 

El Intestino Grueso también nos regala una metáfora sobre aprender a soltar. La energía de otoño es la adecuada para desintoxicar el intestino grueso y repoblar su flora bacteriana. 

Para ello los alimentos más adecuados son los de naturaleza tibia y caliente, que aporten humedad y desciendan la energía. 

Alimentos a evitar 

  • Los alimentos de consistencia pegajosa. 
  • Los lácteos, especialmente la leche, yogurt y los lácteos más frescos y líquidos. Estos afectan a los pulmones generando mucosidad. 
  • El excesos de harinas y horneados pues bloquean nuestros intestinos. 
  • Los huevos y las proteínas animales, ya que generan putrefacción en nuestros intestinos. 
  • El exceso de picante muy fuerte. 
  • El exceso de dulces o frutas tropicales que tienden a enfriar nuestro cuerpo. 
  • Reduciremos el consumo de alimentos crudos y el exceso de fruta cruda, para ir ayudando al cuerpo a entrar en calor y prepararse para el invierno. 

Alimentos recomendados 

  • Los cereales más indicados son el arroz integral y el mijo, por ejemplo en sopas (sobre todo en caso de problemas intestinales) ya que nos ayudan a mejorar la absorción intestinal. 
  • La legumbre que mejor armoniza nuestra energía las lentejas 
  • Las verduras: nabos, zanahorias, chirivías …. (las raíces en general) y las verduras de hojas pequeñas, la cebolla, el brócoli, la coliflor, las coles de Bruselas, los rabanitos, la raíz de loto, el boniato, las castañas, las calabazas y no olvidemos las setas, las reinas del otoño, que estimulan la función del sistema inmunitario y van bien para evitar los resfriados en invierno. 
  • El alga hiziki (con moderación) 
  • Las frutas: la granada, La pera y la manzana (estas dos últimas en compota mejor) 
  • El sabor picante suave con moderación, como el del navo daikon rallado, el jengibre, la mostaza y el wasabi. Que nos calienta y moviliza la energía del cuerpo. 
  • Las cocciones serán más largas, como guisados, estofados con poca agua, sopas, hervidos y algún horneado. 


La actitud a la hora de preparar los alimentos también es importante, recuerda que al cocinar participamos de un proceso de transformación del alimento para poder darle a nuestro cuerpo aquello que está necesitando tanto a nivel físico como emocional. La actitud para cocinar ha de ser de positividad y con predisposición a soltar el resultado final, sin querer controlar todo, con una actitud más bien relajada. 

Todas las estaciones están conectadas y permiten la existencia de las otras. Para crear equilibrio físico, mental, emocional y espiritual en nuestra vida debemos aprender a conectar con el momento presente, y aprender a fluir con los ritmos de la naturaleza. Una muy buena manera de hacerlo es conectando mediante la alimentación. 

No olvides que somos UNO con la naturaleza, el organismo que nos da la vida. Cuando nos armonizamos con ella a través de aquello de lo que nos provee, estamos creando una relación simbiótica, fomentando el equilibrio y la felicidad en todo aquellos que somos y compartimos.

 


P.D. En el blog puedes encontrar muchas recetas para otoño, estas son mis favoritas: sopa de mijo remineralizanteAlubias rojas con hinojo y calabaza o Sopa de miso




jueves, 17 de septiembre de 2020

Depurar en otoño

Siguiendo como referente a la naturaleza, y en concreto a los arboles, tenemos un buen ejemplo de que cada cierto tiempo es necesario soltar "tus hojas" para poder renovarte y volver a brotar luego con más energía. No es casualidad que los árboles pierdan el follaje precisamente en otoño, justo después de toda la energía que trae el verano. 



En verano es típico caer en excesos porque pasamos más tiempo fuera de casa y no podemos seguir nuestras rutinas habituales y/o porque parece que en vacaciones todo vale y nos relajamos con la comida. 

¿Qué pasa cuando tu hígado no funciona correctamente? Un hígado que no está sano puede obstruir el flujo de la bilis, resultando en una ineficiente eliminación de toxinas. También puede fallar la eliminación de bacterias, lo que lleva a un debilitamiento del sistema inmune. 

Pueden fallar asimismo la gestión y el aprovechamiento de nutrientes, así como la depuración de los medicamentos. En casos extremos en los que el hígado está altamente dañado, este puede desarrollar cicatrices llamadas cirrosis y en consecuencia funcionar precariamente o simplemente dejar de trabajar. 

El otoño es una buena oportunidad para ayudar a este órgano en sus funciones de depuración. Juntamente con la primavera, son las estaciones ideales para hacer un détox. 

Alimentación y hábitos 


Lo primero que tenemos que hacer es evitar todos aquellos alimentos que nos sobrecargan el hígado como las harinas refinadas, las carnes, los azúcares o los aceites refinados. El alcohol, el tabaco, los medicamentos y los tóxicos cosméticos también los deberíamos dejar de lado o estaremos limpiando por un lado y ensuciando por el otro. 

Llevar a cabo una alimentación consciente de entre 5-10 días, libre de picantes y estimulantes, baja en grasas, sin azúcares ni harinas refinadas y abundante en vegetales, sobre todo de hoja verde, junto con deliciosos caldos vegetales y sazones con hierbas y especias que contribuyan a la depuración y evitando la sal y aceites vegetales.  Convirtiendo las hortalizas y verduras la base de nuestra alimentación.

Este protocolo contribuirá a una renovación y descongestión del hígado, y en consecuencia una mayor eficiencia en su labor depurativa. 

Algunos alimentos y nutrientes interesantes para favorecer la salud hepática son: 

- Hojas verdes amargas crudas para hacer una ensalada al mediodía: escarola, endivia, rúcula, col lombarda y diente de león. 
- Alimentos ricos en glutatión (antioxidante): ajos, judías verdes, patatas, espinacas, brócoli, coliflor, calabaza, maíz ecológico o arroz integral. 
- Alimentos ricos en metionina (aminoácido desintoxicante): cereales integrales (trigo, cebada, avena y germen de trigo), legumbres o frutos secos y semillas (evitar si hay dificultades para digerir las grasas). 
- Frutos del bosque, granadas y uvas negras (con piel y masticando muy bien las pepitas). 
- Fermentados: chukrut, kimchi, kéfir y kombucha. 
- Clorela: ayuda a depurar metales pesados. 

Otras recomendaciones son cenar temprano, al menos dos horas antes de acostarnos, y hacer ejercicio físico suave como pilates, yoga, Chi Kung o estiramientos de torsión. 

Plantas depurativas hepáticas 


Hay muchas plantas conocidas como depurativas y recomendadas para la descongestión hepática: cardo mariano, boldo, alcachofera, rábano negro, desmodium, diente de león. Son de sabor amargo y estimulan la producción y/o segregación de bilis. 

Respecto al cardo mariano, a parte de su efecto estimulante y desintoxicante, tiene la particularidad que es capaz de regenerar el hígado. Además, alivia los desajustes digestivos de origen biliar, ayuda a eliminar metales pesados y mejora migrañas por congestión hepática. 

La mejor forma de tomar estas plantas es en comprimidos o en infusiones. 

Hay que tener en cuenta que durante los primeros días de una depuración se puede sufrir más dolor de cabeza o erupciones cutáneas. Es lo que se conoce como una “crisis curativa”. No es que el tratamiento no funcione, sino que se están movilizando tóxicos y se están eliminados por la piel, nuestro gran órgano emuntorio. 

jueves, 3 de septiembre de 2020

Verano tardío

En nuestra cultura consideramos que hay 4 estaciones, en cambio, en la cultura oriental se considera que hay 5 estaciones, añadiendo el verano tardío a las estaciones que nosotros conocemos, denominándose verano tardío al periodo intermedio entre el verano y el otoño, esa época del año en la que notamos que el verano empieza a declinar, y sin embargo, todavía no ha comenzado el otoño y el clima suele ser todavía apacible. Los días se notan más cortos y comienza a refrescar.
La estación de verano tardío pertenece al elemento tierra. El elemento Tierra tiene las características de equilibrar, armonizar, centrar, distribuir y transformar. En esta época del año, necesitamos centrar, calmar y estabilizar nuestro organismo. El sabor del elemento tierra es el dulce, pero hay que matizar que nos referimos a un dulce suave y natural presente en los alimentos ricos en hidratos de carbono de absorción lenta, que nos garantizan unos niveles de glucosa en sangre regulares. Este tipo de dulce lo encontramos en las verduras dulces como la calabaza o las frutas como el melocotón y ayudan a no tener pensamientos repetitivos, a reducir la preocupación y a no dar “demasiadas vueltas” a las cosas. Estar demasiado preocupados nos quita energía y nos quedamos sin fuerza.

Es un momento en el que la energía comienza a descender, y si te observas puedes notar este cambio de energía también en ti. Tras el verano en el que estamos en plena expansión, empezamos de nuevo a recogernos, a estar más calmados. 

Las temperaturas comienzan a descender, las tardes empiezan a refrescar (esto depende de la zona donde vivamos), .... hay menos horas de luz. La naturaleza está calmada y sus colores van transformándose en ocres, rojizos, para dar paso poco a poco al marrón y amarillo.

Los órganos que se activan es este ciclo son estómago, bazo y páncreas. 

El elemento Tierra tiene las características de equilibrar, armonizar, centrar, distribuir y transformar.

Bazo/páncreas, considerado un solo órgano complementario del estómago, además de encargarse de la hematopoyesis (producción de glóbulos rojos) tiene la función de reunir energías distintas y renovarlas, proporcionando al organismo elementos nutritivos y sangre. El bazo regula el metabolismo, decidiendo la cantidad de principios inmediatos que deben ser transformados en sangre, elabora la linfa y el plasma, controla la formación de la saliva y contiene la sangre, impidiendo hemorragias y el estómago ayuda al bazo a transformar el alimento en energía 

Si hay disfunción de estos órganos aparecen síntomas como hemorragias, hematomas, varices y metrorragias (hemorragia uterina). Obsesión y preocupación son el resultado de dicha situación porque así como la reflexión es la emoción positiva de un bazo/estomago en salud, su tendencia psíquica negativa es la preocupación, que aparece cuando estos órganos sufren alguna enfermedad.

Qué cambios debemos realizar en nuestra alimentación en el verano tardío? No se trata de sustituir los alimentos y las formas de cocinado radicalmente de una estación a otra, si no que los iremos introduciendo paulatinamente, a medida que vaya cambiando el clima ya que se trata de observar los cambios que realiza la naturaleza y adaptarnos a ellos.

Comenzando a introducir alimentos más nutritivos y templados que nos ayuden a reforzar y remineralizar nuestro organismo, creando el centro y la fuerza necesaria para afrontar los meses del futuro invierno.
Comenzaremos a utilizar formas de cocinado más largas, y evitaremos o disminuiremos las ensaladas y vegetales crudos, las frutas crudas y las bebidas frías. Utilizaremos con más asiduidad estofados, salteados, escaldados, guisados, prensados.. El objetivo de utilizar estas formas de cocción es ir poco a poco calentando nuestro cuerpo para prepararnos para las temperaturas más frías.

Los alimentos que más nos nutren en esta estación son:

- Cereales: Volvemos a incrementar el consumo de cereales en grano que aportan más centro y calor y vamos reduciendo los procesados como bulgur, cucús y pasta.
Usaremos más arroces de grano redondo, dejando poco a poco los de grano largo y basmati. El cereal por excelencia para esta estación es el mijo, uno de los cereales más versátiles en la cocina. Puedes utilizarlo en ensaladas y pasteles, es ideal para preparar croquetas, e incluso lo puedes usar en sencillos postres endulzado con concentrado de manzana.

- Legumbres: Son ideales las más pequeñas y compactas como las lentejas y los azukis, aunque podemos usarlas todas.

- Proteína vegetal: El tempeh y el seitán son las mejores proteínas para esta estación. El tofu tiene un efecto enfriante, si queremos consumirlo, sería bueno utilizar métodos de cocción que lo calienten: estofado, rebozado y frito, o acompañarlo de alimentos que calienten como raíces y verduras redondas.

- Verduras: Las verduras amarillas, anaranjadas y redondas son las ideales en este momento. Suelen ser verduras que proporcionan un sabor dulce natural que nutren y refuerzan el estómago y bazo-páncreas: calabaza, cebolla, zanahoria, nabo, col, colinabo, boniato, etc. Prueba a prepararlas asadas… quedan deliciosas!!

- Algas: La más adecuada para esta estación es la arame, por su sabor dulce que tanto nos tonifica en este momento. Para usarla, basta con remojarla durante unos minutos y añadirla luego a ensaladas o salteados de verduras. La puedes tener en un bol con agua junto a la cocina para que no se te olvide usarla. Un puñadito será más que suficiente para toda la familia.

- Frutas: Ya están aquí las uvas, peras, manzanas… Puedes empezar a preparar sabrosas compotas que irán ayudando a crear esa energía de recogimiento que fluye en el otoño. Puedes combinar varias frutas y cocinarlas con pasas y orejones que aportarán un dulzor natural.

- Semillas y frutos secos: Las semillas de girasol son ideales para está época. En líneas generales, podemos consumir durante todo el año y en cantidad moderada, pipas de girasol, calabaza y sésamo. Pronto comenzarán a caer las primeras nueces y avellanas.

- Condimentos: Es interesante disminuir sabores ácidos como cítricos que tienen un efecto más enfriador. Podemos comenzar a introducir especias que calientan ligeramente como la canela, el clavo, el jengibre o la nuez moscada.


La cocina energética trata del equilibrio natural considerando la condición física de cada persona y su salud en particular. Por ello estas recomendaciones son generales y espero que te sirvan de guía.



"No solo eres responsable de lo que haces sino de lo que no haces"




miércoles, 1 de julio de 2020

Yogur de kéfir de agua y anacardos

En esta ocasión os paso esta receta de yogur vegetal, hecho con anacardos y con kefir de agua (es lo que le hace fermentar y tener todas las propiedades probioticas de éste).


Para conocer más sobre el kefir de agua puedes consultar este post del blog y como verás sus propiedades más importantes son: 
  • Regenera la flora natural del sistema digestivo 
  • Nos ayuda a mantener un sistema inmune activo 
  • Favorece la digestión y asimilación de los alimentos 
  • Rehidrata y aporta minerales naturales 

Ingredientes

100 g de anacardos crudos remojados 8 horas en agua mineral
125-150 ml de kéfir de agua
¼ c de vainilla en polvo 
3 dátiles Medjoul

Preparación

Escurre los anacardos del agua de remojo y colócalos en un recipiente para batirlos con el kefir, la vainilla y los dátiles.Bate todo a máxima potencia hasta conseguir una textura muy fina y cremosa.
Ajusta la cantidad de kefir añadiendo más si quieres que sea más líquido. Pon la preparación en un bote de cristal limpio y tápalo con un paño de algodón.
Deja fermentar el yogur en un lugar cálido durante 24-36 horas. En este tiempo se habrán formado burbujas, habrá casi duplicado su volumen y  desprenderá un agradable olor a fermentado.Tapa el frasco con una su tapa y deja el yogur en la nevera 12 horas más.

Ahora ya puedes degustarlo con lo que más te guste. Queda delicioso con granola y fruta fresca. Resulta una opción saludable gracias a la fuente de grasas buenas que contiene gracias a los anacardos y porque es saciante. Puede aguantar en la nevera 3 días aproximadamente, aunque verás que sigue fermentando y gana volumen. Es normal que tenga burbujas en su interior.



miércoles, 3 de junio de 2020

Kefir de agua

El kefir es una bebida fermentada y probiótica, es el fruto creado por una colonia simbiótica de microorganismos, bacterias y levaduras, con la que se obtiene esta bebida fermentada. Puede fermentarse tanto leche como agua azucarada, y es esta base escogida la que determina el tipo de kéfir. En este post, vamos a centrarnos en el kefir fermentado en agua.

¿Que beneficios tiene el kefir de agua? 


A lo largo de todos los órganos que componen nuestro sistema digestivo, viven billones de bacterias que hacen posible la descomposición de los alimentos. 

Cada bocado que comemos, debe descomponerse en nutrientes para que así el cuerpo los reconozca y los utilice en sus procesos vitales. Si este trabajo no se realiza correctamente, significa que nuestros sistema digestivo, no es capaz de realizar el proceso de digestión correctamente y antes o después, esto puede crear deficiencias nutricionales. 

El kefir de agua, como otros probióticos naturales, crea una buena comunidad de bacterias que hacen que el proceso de digestión sea correcto. 

A día de hoy, con el estilo de vida y la alimentación que nos rodea, nuestras bacterias y el sistema digestivo en su totalidad, suele tener faltas o pequeñas patologías que a veces no les damos suficiente importancia 

Podemos sufrir de diarrea, estreñimiento, hinchazón…Entre los beneficios del kefir, encontramos: 
  • Es un desintoxicante natural 
  • Ayuda en la candidiasis 
  • Regenera la flora natural del sistema digestivo 
  • Nos ayuda a mantener un sistema inmune activo 
  • Favorece la digestión y asimilación de los alimentos 
  • Rehidrata y aporta minerales naturales 
  • Controla el colesterol 
  • Es antiinflamatorio 
  • Fortalece el sistema nervioso 
  • Para la anemia 
  • Ayuda en casos de alergias 
  • Ayuda en casos de problemas en riñones y vejiga 
  • En caso de problemas en vesícula biliar.

¿Cuando se recomienda el consumo de kefir de agua? 


Podemos utilizar el kefir de agua u otras bebidas probióticas en la mayoría de problemas digestivos. Por ejemplo, esta indicado en casos de úlceras, intolerancias alimentarias, colitis, diverticulitis, enfermedad de Chron… 

Además también lo pueden tomar niños y embarazadas. Va a ayudar a aumentar sus defensas de forma natural y a desarrollar un buen tránsito intestinal. 

La cantidad recomendada, siempre depende del metabolismo y de las características de cada persona. Con una pequeña cantidad al día sería suficiente, siempre dentro de una dieta equilibrada. 

¿Cómo se hace el kefir de agua?


Para poder hacer kefir de agua necesitas granos o nódulos de kefir de agua, también llamados tibicos. Los tibicos son una manifestación visible de una comunidad microbiana, de un ecosistema microbiano. Los podemos llamar un scoby (en inglés significa symbiotic community of bacteria and yeast). Entonces, un scoby es una comunidad simbiótica de bacterias y de levaduras. Esas bacterias y levaduras han decido vivir juntos. 

Se alimentan de azúcar y como resultado de esta alimentación producen varios subproductos: 
  • CO2 (por eso el kefir de agua fermentado es efervescente) 
  • ácidos orgánicos como el ácido láctico y en cantidades bien bajitas, el ácido acético, entre otros ácidos. Estos ácidos hacen que el kefir de agua sea una bebida ácida, con un pH entre 4 y 4.5. Esa acidez protege al kefir de patógenos que podrían florecer si el pH no fuera tan bajo. 
  • alcohol (muy poco) 
Si cuidas bien a los tibicos, se irán multiplicando en tamaño (un poco) y en cantidad (mucho). Llegará el día en que tienes muchos tibicos, más que necesitas para una sola tanda de kefir. Entonces, los puedes comer como si fueran una capsúla probiótica o los puedes regalar a otra persona que también quisiera fermentar el kefir en casa. 

No puedes crear granos de kefir de agua desde cero con sólo agua y azúcar. Alguien que ya está fermentando el kefir de agua en casa tiene regalarte una cuchara sopera de sus granos para que tú también puedas fermentar el kefir casero. 

¿Cómo alimentar a mis tibicos? 


Los granos de kefir de agua son ecosistemas vivos y dinámicos. Agua azucarada es su alimentación básica. 

PROPORCIONES: por cada litro de agua que disuelve 4 cucharadas soperas de azúcar (1/4 de taza)
AGUA: usa siempre agua SIN CLORO. Puede ser agua hervida durante 13 minutos y luego enfriada o agua mineral embotellada. 
AZÚCAR: puedes usar el tipo de azúcar que quisieras: blanco, moreno, panela, azúcar de coco, etc. La ventaja del azúcar blanco es que tiene un sabor más neutral y podemos compensar por su falta de minerales con otros ingredientes, en cambio la panela tiene más minerales y a mucha gente le gusta como queda el kefir fermentado con ella. Se trata de experimentar hasta producir un kefir que te guste, que salga efervescente…y que tus tibicos se multipliquen y tengan bueno aspecto. 

OTROS NUTRIENTES PARA LA PRIMERA FERMENTACION DEL KEFIR: 
  • Puedes ponerle un pedacito pequeño de limón con piel dentro del tarro con los tibicos y el agua azucarada. Sirve para acidificar más rápido la tanda de kefir y prevenir que haya contaminación de bacterias y levaduras no deseadas. La piel del cítrico también aporta calcio. 
  • Puedes dejar unas cucharadas de kefir ya hecho en el tarro, de la tanda anterior, para que el kefir sea más acido, lo que se llama backslopping
  • Puedes añadir frutos secos: pasas, orejones, higos, dátiles, etc. que no tengan aceites. Estas frutas aportan minerales y también nitrógeno para alimentar a las bacterias y levaduras. Para un litro de kefir cinco pasas (o dos higos u otra fruta más grande). 
  • Melaza. A los tibicos les encanta la melaza ya que es una super fuente de minerales. Si necesito que crezcan muy rápidos mis tibicos, los alimento con melaza durante una o dos tandas. Puedo en 24-48 horas doblar mi cantidad de tibicos. En un litro de agua mezclo unas dos cucharas soperas de melaza (a esta agua con melaza disuelta, les pongo mis tibicos y dejo que la tanda se fermente como siempre entre 24 y 48 horas en el mostrador de mi cocina fuera de la luz directa del sol). Cuando los tibicos se alimentan con azúcar blanco, me gusta ponerlos en melaza (diluida) cada seis tandas para mineralizarlos. 

Primera alimentación de tibicos nuevos 


Una buena receta para empezar: 
Un litro de agua mineral (sin cloro)
Una cuchara sopera de tibicos 
4 cucharadas soperas de azúcar moreno 
5 pasas 
1/4 de un limón 

A partir de esta receta puedes experimentar con otra agua, otro tipo de azúcar, otras frutas, sin limón, backslopping o no, etc. etc.) 

Elaboración


PRIMERA FERMENTACIÓN
  • Calienta media taza de agua sin cloro (no es necesario pero me gusta hacerlo porque así el azúcar se disuelve mejor). Ponla en un tarro de un vidrio de un litro. 
  • Disuelve 1/4 taza (4 cucharadas soperas) de azúcar en el agua calientita. 
  • Llena de agua el resto del tarro, hasta llegar a 1 litro.
  • Espera que el agua azucarada baje a temperatura ambiente para agregar un cuchara sopera de tibicos al tarro. 
  • Pon unas cinco pasas dentro y un pedacito (1/4 o menos) de limón dentro. 
  • Tapa el tarro con una telita o un filtro de café y una gomita para que transpire y tenga lugar la fermentación aeróbica.
  • Déjalo fermentar entre 24 y 48 horas en la cocina (fuera de la nevera) y fuera de la luz directa del sol. 
  • Fermenta el kefir de agua durante 24 horas si vives en un clima cálido o si quieres tomar mucho kefir. 
  • Fermenta el kefir de agua durante 48 horas si vives en un clima frío o si quieres tomar menos kefir. 
  • Acabada la primera fermentación, cuela el kefir de agua con un colador de tela o plástico, evitando el metal que daña a los tibicos.
  • Ya estará listo para tomar, mételo en la nevera para que esté fresco. Para darle más sabor y efervescencia te recomiendo hacer una segunda fermentación.

SEGUNDA FERMENTACIÓN

Cuando haya acabado la primera fermentación, cuela el kefir de agua ya fermentado de sus tibicos. Repite el mismo proceso de arriba para alimentar nuevamente a tus tibicos y continuar obteniendo kefir. No hace falta lavar tu tarro de primera fermentación después de cada tanda. Yo lo lavo sólo una vez al mes (como promedio). 

Al kefir de agua recién cosechado lo puedes tomar o lo puedes pasar por una segunda fermentación para darle sabor. Si haces la segunda fermentación de kefir necesitamos una botella hermética pero ten cuidado, que en temperaturas cálidas las botellas pueden explotar. La segunda fermentación puede ser menos de 24 horas. También puede ser sólo algunas horas fuera de la nevera. No temas de usar plástico en vez de vidrio para la segunda fermentación. Porque el plástico, al hincharse, te está diciendo cuánto nivel de gas acumulado tiene dentro.
Escoge las hierbas y/o frutas que a ti te gustan. 
En un botella hermética (de vidrio o de plástico) o en otro tarro con tapa, mezcla el kefir ya hecho con pedacitos de fruta, trocitos de hierbas o zumo de fruta. Sé creativo y usa los ingredientes y ajusta su cantidad según tu gusto. 
Fermenta este kefir con sabor durante unas horas hasta 24 horas (a veces más si vives en un clima frío). 
Pasado ese tiempo, desgasifica el recipiente y guárdalo en la nevera para enfriarlo y disfruta del kefir cuando quieras. 
Dura muchos meses en la nevera el kefir. pero ten cuidado, la fermentación sigue aunque más lentamente. Si abres una botella que lleva varios meses en la nevera, hazlo con precaución y quizás encima de un bol ya que te puede explotar y/o rebosar por los gases acumulados. 

¿Qué hago si me voy de viaje o si quisiera descansar de hacer tanto kefir de agua? 


Si quieres descansar de hacer tanto kefir o si vas de viaje y no encuentras niñera, no te preocupes. 
Alimenta a tus tibicos con agua, azúcar y los otros nutrientes que necesite (o sea, haz el proceso de primera fermentación). En vez de ponerle una telita, ponle su tapa (mejor de plástico) bien apretada en el tarro. Guarda el tarro tapado dentro de la nevera. Así pueden sobrevivir unos tres meses sin haber sido alimentados con azúcar fresco. Dentro de la nevera la fermentación sigue aunque más lentamente. Después de su hibernación, cuela los tibicos del kefir. Puedes darles a tus plantitas el kefir si su sabor ha llegado a ser demasiado agrio. Aliméntalos nuevamente. Es muy probable que vayan a necesitar más minerales en este momento. Tendrán mucha hambre, puedes usar melaza o frutos secos extras. No te preocupes si necesitas varias tandas para que se pongan otra vez felices y fuertes.

¿Contiene azúcar el kefir de agua una vez que esté fermentado? 


Sí tiene azúcar, pero cuánto más lo fermentas, menos azúcar tendrá. Después de 24 horas toda la sacrarosa (disacárido) habrá sido convertido por la levadura del kefir en monosacáridos (azúcares simples): glucosa y fructosa. 
En el segundo día de su fermentación, casi toda la glucosa habrá sido consumida y lo dulce del kefir es por su contenido de fructosa. 
Después de 72 horas de fermentación, hay muchos menos dulce; los microbios ya van por la fructosa en este momento. Pero no creo que sea una buena idea para la salud de tus tibicos fermentar cada tanda tres días enteros. Van a tener hambre (creo yo) y se pueden estropear.

Si quieres tomar un kefir de agua con menos azúcar, te recomendaría:
  • Fermentarlo durante 48 horas. 
  • Y hacer una segunda fermentación durante otro día entero sin nada de fruta agregada….con puro kefir de agua o con unas hierbas como la menta o el jengibre que no tiene azúcar. 
  • El kefir (el líquido) está vivo igual que los tibicos y aunque no le agregamos azúcar extra en su segunda fermentación los microbios dentro del kefir van a ir consumiendo el azúcar todavía presente en él.

Fuentes: https://yosoyfermentista.com/, Fermentación (denonartean) Nerea Zorokiain



"Saber ser feliz con lo que tienes: eso es la riqueza". -Lao-Tse.


 

miércoles, 27 de mayo de 2020

Olivada

La olivada o tapenade es una receta sencilla y muy mediterránea que podemos realizar fácilmente con uno de los productos más nuestros, la aceituna.

La aceituna, parte de nuestra cultura mediterránea

La aceituna forma parte de nuestra gastronomía desde hace siglos. Los fenicios, los romanos, y todos los pueblos que pasaron por aquí sucumbieron a ella y la incorporaron a sus elaboraciones culinarias.
Pequeña en tamaño pero grande en propiedades beneficiosas para la salud, este fruto está presente en cocinas, recetas y en nuestra cultura.
Además es un alimento cuyo peculiar sabor se fusiona a la perfección con infinidad de productos consiguiendo unas combinaciones exquisitas. 

La olivada es un puré o pasta de aceitunas que se suele usar para untar en pan o también como salsa o condimentos para diversos platos, también es un delicioso aperitivo untado sobre una tosta o acompañando unas hortalizas crudas, una carne o un pescado a la parrilla, con un plato de pasta o servido con huevos duros que mezclados con la yema resulta una delicia y también se puede usar en aliños de ensaladas, disolviéndola en más aceite.

Como su ingrediente principal es la aceituna, contiene todas las propiedades de este fruto carnoso. Es rico en ácidos grasos poliinsaturados (grasas beneficiosas), fibra, vitamina E y A. Aunque sea rico en calorías, son de máxima calidad, por ello es bueno y sano tomarlo, además resulta muy saciante.

Hay muchas recetas de olivada, ya que acepta todas las variaciones posibles, en este post te dejo mis favoritas.

Olivada negra

250 gr. de aceitunas negras carnosas de buena calidad
4 tomates secos
5 hojas de albahaca o cucharadita de romero fresco o tomillo fresco
1/2 diente de ajo
c/n aceite de oliva
pizca de sal marina

Olivada verde

250 gr. de aceitunas verdes tipo manzanilla de buena calidad
1 cucharada de almendras
2 filetes de anchoas
1 cucharadita de alcaparras
c/n aceite de oliva

Olivada con anchoas

4 filetes anchoas
2 dientes ajos
150 g aceitunas negras deshuesadas 
1 cucharadita alcaparras en vinagre
c/n aceite de oliva
tomillo seco
romero  seco 

La preparación es muy sencilla

Deshuesar las aceitunas si no las hemos comprado ya sin hueso. Triturar todos los ingredientes (menos el aceite) con una batidora o un robot de cocina hasta que se forme un puré grueso.
Ir añadiendo aceite poco a poco y removiendo hasta que la olivada tenga una consistencia cremosa, pero espesa, la que más nos guste. 
Servir como se desee y disfrutar!. Si quieres guardarlo para otro uso, te recomiendo que lo guardes en un tarro de vidrio bien tapado en la nevera, aguanta bien.




"Vivir bien supone estar siempre en contacto con uno mismo".- Pablo D'Ors

 


jueves, 21 de mayo de 2020

Bocados quinoa y almendra bañados de chocolate puro

En esta ocasión comparto una receta maravillosa de Agnès Pérez que me encantó y que preparo para los más golosos de la casa.

Es una receta muy sencilla y lo que marca la diferencia es utilizar ingredientes de calidad, yo los compro todos en El Rebost, pero podrás encontrarlos en cualquier herbolario o tienda similar.
Anímate y pruébala, será un éxito como postre para celebraciones y de paso comprobar que se puede comer sano y rico.

Ingredientes:
50 gr de chocolate 100% cacao
1 1/2 cucharada sopera de melaza de arroz
1 tazón de quinoa hinchada, 
2 cucharadas soperas de arándanos secos, 
1 1/2 cucharada de puré de almendras (crema de cacahuetes o crema de avellanas) 
un poco de sal marina 
coco rallado. 

Preparación:
Mezcla el puré de almendras con la melaza y una pizquita de sal marina.
Añade la quinoa, los arándanos (yo los hago trocitos pequeños) y remueve bien con una espátula. 
Extiende la mezcla sobre un papel de hornear y prénsala con el rodillo de amasar hasta que quede de un grosor de 1 cm aproximadamente. 
Luego, derrite al baño maría el chocolate, añadiendo 1 cucharada sopera de melaza y una pizquita de sal marina.
Cuando esté deshecho, cubre la masa de quinoa.
Deja enfriar y antes de comer espolvorea con coco rallado por encima.


"Los pájaros nacidos en jaula creen que volar es una enfermedad".- Alejandro Jodorowsky

martes, 19 de mayo de 2020

Alimentación en primavera

La primavera está a la vuelta de la esquina; poco a poco los días se alargan, los almendros comenzarán a florecer en breve y los narcisos nos anuncian el cambio de estación.

Las aves también auguran el paso de estación, surcan los cielos buscando ramitas para rehacer sus nidos. El monte se llena de trinos y revoloteos de pájaros.

Todavía vendrán días de frío y lluvia, incluso alguna nevada tardía, pero ya no es lo mismo. La promesa de los días cálidos, la cercanía de la época sin abrigos, la certeza de saber que el sol volverá a brillar durante más horas y a broncearnos, hacen estas últimas semanas de frío mucho más llevaderas.

Al igual que la naturaleza, nuestro cuerpo, también comienza a salir del letargo. Sentimos que intenta abrirse, activarse, dejando atrás el recogimiento y la quietud del invierno.

Hay una disposición natural a limpiar y aligerar cargas acumuladas.

La medicina china asocia la primavera a la infancia; la etapa de la vida en la que crecemos a mayor velocidad; en la que disponemos de mayor caudal de energía.

Así pues, esta estación es momento de crecimiento y expansión, momento para crear y desarrollarse, comienza el movimiento…

Conservar la salud durante la primavera significa mantener su elemento, madera: mantener el hígado y la vesícula biliar en la mejor forma posible.

El hígado


El hígado ayuda al metabolismo de los carbohidratos, grasas y proteínas, regula el nivel de azúcar en la sangre transformando las grasas y proteínas en glucosa.

Forma vitamina A y la almacena junto a minerales como el cobre, el zinc y el hierro. Filtra las toxinas de la sangre y las descompone para permitir su eliminación.

El hígado es el principal laboratorio de nuestro organismo, almacena y distribuye la nutrición por todo el cuerpo. También produce bilis que ayuda a la digestión.

Depurar y purificar, justo lo que necesita nuestro cuerpo después del invierno, limpiar los excesos de energía pesada y densa del invierno.

¿Cómo depurar?


Fuente: facpe
Para depurar reduciremos la cantidad de proteína diaria y aumentaremos la ingesta de verduras de todo tipo.

Las verduras y frutas ligeramente amargas y ácidos frescos son buenas purificantes: berros, ortigas, rabanitos, alcachofas, puerros, borrajas, kiwi, limón.

En primavera seguimos necesitando energía que caliente, nutra y equilibre, pero no tanto como en estaciones pasadas.

Debemos reducir la ingesta de sal o condimentos salados, el tiempo de cocción, aceite (fritos), asados y cocciones a presión o estofados largos; e integraremos más alimentos y métodos más ligeros como el vapor, hervidos, escaldados, salteados o germinados. 

Las sopas deberán ser más ligeras que en invierno, con menos cereales y leguminosas y más verduras.

La fruta tiene el efecto energético de enfriar y aunque ahora nos resulte muy tentador intentaremos recordar que todavía no es verano.

Es recomendable utilizar frutas estacionales aplicando algún factor como el fuego (compotas) o la sal (frutas maceradas).

Con estos consejos y con la práctica frecuente de un deporte como el yoga o pilates conseguiremos estar en sintonía con el entorno que nos rodea y disfrutar de la salud en plenitud.

Que disfrutéis de la primavera!!

(Colaboración para http://vidalaurayoga.es)