jueves, 15 de diciembre de 2016

Quinoa al curry con calabaza

Esta receta a parte de llenarte el estómago saludablemente, te eleva al séptimo cielo. Seguimos utilizando ingredientes de temporada, como la calabaza, que le da un toque muy dulce a esta receta junto a la leche de coco, que también le aporta un delicioso aroma, todo contrastado por el efecto picante del curry, que nos ayuda a sacar de nuestro cuerpo mucosidades, por ejemplo.

Cuando llega el frío y nos resfriamos o sentimos que estamos llenos de mocos, una forma natural de expulsarlos es comer ingredientes picantes, por ejemplo: ajos, pimienta negra, curry .... el efecto expulsor que producen en nuestro organismo nos ayudan en el proceso de eliminación.

Pasamos pues a la receta:

Ingredientes:

1 taza de quinoa
1 taza de calabaza cortada a trozos
2 puerros
1 taza de brócoli, cortado en ramilletes.
1 taza de setas shiitake
1 bote de leche de coco
1 cucharadita de curry
½ taza de pasas de corinto.

Elaboración:

Lavamos bien la quinoa. En un escurridor fino colocamos la quinoa bajo el grifo y la lavamos bien, enérgicamente (veremos que el agua queda blanquecina) hasta que la espuma que se genera se disuelve y el agua sale transparente. Una vez lavada y escurrida, la tostamos ligeramente, este paso es importante, así evitaremos que la quinoa se abra al cocinarla y mantendrá el grano compacto.
A continuación en una cazuela aparte, sofreímos las verduras, primero los puerros a continuación, la calabaza y el brócoli y por último las setas shiitake, con una pizca de sal marina. Cuando esté todo blandito agregamos la quinoa y rehogamos brevemente  y vertemos la leche de coco, 1 taza de agua, las pasas de corinto y el curry.
 
Dejamos cocer unos 15 minutos, apagamos el fuego y dejamos tapado cinco minutos más, la quinoa tiene que quedar con el grano suelto.
Y listo, buen provecho!.



"La sabiduría de la vida consiste en eliminar lo que no sea esencial."-Lin Yutang.



miércoles, 7 de diciembre de 2016

Arroz especiado de coliflor

Esta semana utilizamos exclusivamente la coliflor en nuestra receta.

La coliflor es una planta anual, pero su mejor momento es entre septiembre y enero, aunque se puede disponer de ella durante todo el año. Contiene muchos elementos fitoquímicos, algunos de los cuales desprenden un fuerte olor durante su cocción.
Tiene un sabor suave y, en ocasiones, ligeramente dulzón.

Su principal componente es el agua y es un alimento de escaso aporte calórico ya que presenta un bajo contenido de hidratos de carbono, proteínas y grasas. Sin embargo se la considera una buena fuente de fibra dietética, vitamina B6, ácido fólico, vitamina B5, así como pequeñas cantidades de otras vitaminas del grupo B, (como la B1, B2 y B3) y minerales (sobre todo potasio y fósforo).

Tiene propiedades diuréticas, debido a su elevado contenido en agua y potasio y bajo aporte de sodio. El consumo de esta verdura favorece la eliminación del exceso de líquidos del organismo y resulta beneficiosa en caso de hipertensión y retención de líquidos. 

Uno de los inconvenientes de su ingesta es que provoca flatulencia, pero es un problema menor si se cuece con un trocito de alga kombu, comino o hinojo. T

Puede prepararse al vapor, asada, frita, estofada, hervida o gratinada. Puede servirse como acompañamiento de otros platos, como legumbres o arroz, o como ingrediente básico en una saludable menestra de verduras. 

En esta ocasión es la protagonista de nuestra receta de falso arroz, vamos con ella.

Ingredientes:

1 cebolla
1 ajo
1 coliflor
aceite de oliva virgen
2 cucharadas soperas de tahin (o Tahini, puré de sésamo)
1 dado de jengibre
media cucharadita de postre de cada una de estas especias: cúrcuma, semillas de cilantro, orégano, comino e hinojo
zumo de 1 limón
2 cucharadas soperas de tamari o shoyu (salsa de soja)

Elaboración:

Troceamos finamente la cebolla, el jengibre y el ajo, y lo ponemos en una sartén grande con un poco de aceite de oliva. Cuando la cebolla empiece a ablandarse, añadimos dos cucharadas soperas de tahín y removemos bien para que se integren todos los ingredientes.
Cuando el tahin se ha integrado completamente, añadimos todas las especias mezclando bien y a continuación incorporamos la coliflor procesada en la picadora o rallada lo más fina posible en el rallador. 
Como se puede apreciar en la imagen, se ven trocitos de coliflor sin trocear del todo, no pasa nada, pero cuanto más uniforme y pequeños sean los trozos mejor. Removemos bien todo y el zumo se limón y el tamari o shoyu. Mezclamos bien todo y rehogamos unos 10 minutos más removiendo de vez en cuando.

Para emplatar, decoramos el plato con unas pipas de calabaza, piñones o trocitos de nuez.
Listo para disfrutar, que aproveche!!


"Que mis manos siempre sean generosas para dar, apoyar y ayudar. Que mi corazón siempre esté dispuesto a escuchar mi conciencia espiritual. Que mi boca pronuncie palabras de amor que animen y que sanen. Que en todo momento sienta y exprese mi amor a la humanidad"- Meditación Budista.