Páginas

viernes, 22 de junio de 2018

Tofu con salsa teriyaki

Si hasta ahora no te gustaba el tofu esta receta de tofu en salsa teriyaki te va a convencer de lo contrario. El tofu es la proteína vegetal con más fama entre los que prescinden de la carne, tiene un sabor insípido, o bueno .... no sabe a nada, pero precisamente ese es el secreto de su versatilidad.

Si lo mezclamos con especias picantes, sabe picante; y si lo combina con alimentos dulces, sirve para crear postres; permite crear desde platos picantes hasta postres.

El tofu se elabora a partir de semillas de soja (las de color amarillo y tamaño mediano), de hecho, el tofu no es más que leche de soja cuajada, y su elaboración es similar a la del queso.

Existen distintas variedades de tofu, desde el más suave hasta el más firme. El suave se utiliza para salsas, aderezos y postres. Es un buen sustituto de los huevos y también funciona para preparar lasañas y batidos. En cambio, el firme mantiene mejor su forma y es más recomendable para marinar, saltear, asar y cocer.

Lo más importante es conseguir un tofu de calidad, libre de manipulaciones genéticas y procedente de la agricultura ecológica.


Para que el tofu quede bien firme hay que presionarlo para sacarle todo el agua. Viene envasado en agua para mantenerlo fresco, pero para elaborarlo hay que escurrirlo bien. Para quitarle todo el agua lo podemos envolver con un trapo o papel de cocina, y colocarle algo pesado encima, un plato, una cacerola… y lo dejamos asentar unos diez minutos. Cuanto más prensado más firme quedará. 

Una vez tenemos seco el tofu es hora de darle sabor. Marinarlo es un modo sabroso y sencillo de consumirlo. Corta el tofu como te apetezca (dados, tiras…) y adereza con salsa de soja, teriyaki o la mezcla de especias y salsa que más te guste, deja marinar media horita y luego dale un salteado rápido.

También podemos hervirlo, consiguiendo que la parte externa del tofu se cueza más que la de adentro y se hace un poco más rígido, lo que es fantástico cuando se usa como sustituto de carne. También aumenta su capacidad de absorber condimentos y marinados.

Para esta receta haremos una salsa teriyaki, que es un aliño muy rico, un poco dulce que se prepara con ingredientes que le aportan muchísimo sabor, por ejemplo, la pasta de miso, jengibre, ajo, zumo de manzana y un edulcorante (sirope de arroz o de agave).

Es una receta rica en proteínas de origen vegetal, la puedes acompañar con arroz, verdura o incluso pasta. 

Ingredientes: 

250g de tofu 
200 ml de agua 
2 cs de pasta de miso 
1 manzana 
3 cm de jengibre 
1 diente de ajo 
1 cs de aceite de sésamo 
2 cs de sirope de agave 
1 cs de fécula de maíz 
1 cc de sal 
1/2 cp de semillas de sésamo 
1 cp de cebolleta verde picada 

Elaboración: 

Cortamos el tofu en dados de tamaño mediano y lo ponemos a hervir durante 20 minutos en una olla con agua y una pizca de sal. Escurrimos y reservamos. 

Mientras tanto preparamos la salsa. Licuamos la manzana y la raíz de jengibre juntas en una licuadora para obtener su jugo. Si no tienes una licuadora también puedes rallar la manzana y el jengibre en un rallador fino, colocar la pulpa en una bolsa de hacer bebidas vegetales o gasas y exprimir el jugo. 

Introducimos en un cazo el agua, el miso, el jugo de manzana y jengibre, el aceite de sésamo, el ajo picadito y el sirope de agave. Calentamos hasta que rompa a hervir. 

Disolvemos la fécula de maíz en poca cantidad de agua fría y la añadimos al cazo con la salsa. Removemos, bajamos un poco el fuego y seguimos cocinando sin dejar de remover hasta que la salsa espese. 

Servimos el tofu con la salsa teriyaki acompañado de arroz o como nosotros en esta ocasión con verdura al gusto. Espolvoreamos un poco de semillas de sésamo y cebolleta verde picada por encima antes de servir y listo.



"En el medio del odio me pareció que había dentro de mí un amor invencible. en medio de las lágrimas me pareció que había dentro de mí una sonrisa invencible. en medio del caos me pareció que había dentro de mí una calma invencible. Me di cuenta, a pesar de todo, que en medio del invierno había dentro de mí un verano invencible. Y eso me hace feliz. Porque no importa lo duro que el mundo empuje en mi contra, dentro de mí hay algo mejor empujando de vuelta".- Albert Camus





jueves, 14 de junio de 2018

Tarta de manzana


Esta tarta es una versión de la tarta de manzana de la abuela. Versión sin gluten por lo tanto apta para celíacos, al utilizar quinoa en la base. 

 
La quinoa no es más que una semilla, pero con características únicas al poder consumirse como un cereal, por eso, la llamamos también pseudocereal. Como tal, la quinoa provee la mayor parte de sus calorías en forma de hidratos complejos, pero también aporta cerca de 16 gramos de proteínas por cada 100 gramos y ofrece alrededor de 6 gramos de grasas en igual cantidad de alimento. 

Si comparamos la quinoa con la mayor parte de los cereales, ésta contiene muchas más proteínas y grasas, aunque éstas últimas son en su mayoría insaturadas, destacándose la presencia de ácidos omega 6 y omega 3. Respecto al aporte calórico, la quinoa es semejante o levemente superior a un cereal, pues contiene menor cantidad de hidratos. 

Asimismo, debemos destacar su alto aporte de fibra, ya que puede alcanzar los 15 gramos por cada 100 gramos, siendo en su mayoría, fibra de tipo insoluble como poseen característicamente las semillas. 

Si nos referimos a los micronutrientes, en la quinoa destaca el contenido de potasio, magnesio, calcio, fósforo, hierro y zinc entre los minerales, mientras que también ofrece vitaminas del complejo B en cantidades apreciables y vitamina E con función antioxidante. 

La quinoa al poder emplearse como un cereal, es especialmente beneficiosa en la dieta de personas celíacas, ya que no contiene gluten. 

Asimismo, por su alto contenido en fibra y su mayor aporte proteico respecto a los cereales, la quinoa tiene un bajo índice glucémico, lo que la vuelve ideal para personas con diabetes o que desean adelgazar comiendo sano. 

También es de gran ayuda para controlar los niveles de colesterol en sangre, ya que su fibra y sus lípidos insaturados favorecen el perfil lipídico en el organismo. 

Por supuesto, también contribuye a revertir el estreñimiento dado su alto contenido de fibra insoluble, y puede ser de gran utilidad en la dieta de personas vegetarianas, ya que posee una elevada proporción de proteínas y también, es buena fuente de hierro de origen vegetal. 

Para el deportista puede ser un alimento muy valioso, semejante a la avena, dada la presencia de buenos minerales, de hidratos complejos y proteínas. 

Para comenzar a utilizar la quinoa es importante hacer un lavado previo de las semillas, frotando las mismas suavemente con las manos, bajo el agua, de manera que se quite la capa de saponinas que recubre las semillas y que de quedarse allí, aportaría un sabor amargo. 

Debemos tener cuidado dada la pequeñez de la semilla, podemos hacer esta operación sobre un tamiz. No debemos remojar, sino lavar y enjuagar repetidas veces, yo lo hago unas tres o cuatro veces bajo el grifo de agua, desechando el agua en cada lavado. 


Ingredientes: 

150 gr de quinoa 
Zumo de manzana ecológico 
2 cucharadas soperas colmadas de semillas de lino 
10 dátiles meedjool sin hueso 
150 gr de leche vegetal 
3 o 4 manzanas reinetas 


Preparación: 

Dejar activado del día anterior las semillas de lino, cubriéndolas con 6 o 7 cucharadas de agua, deja también los dátiles en remojo para que se hidraten (simplemente cúbrelos con agua). 

Cuece la quinoa tal y como indica el envase en el zumo de manzana, lavándola previamente muy bien para eliminar la saponina. Cuécela con dos veces y media de zumo de manzana ecológico hasta que se quede sin líquido la olla (más menos 20 minutos). 

Precalienta el horno a 180ºC. Muele las semillas de lino en una trituradora (sin retirar el agua) y mezcla con la quinoa hasta conseguir una mezcla homogénea. La función de las semillas de lino en esta receta es la misma que harían los huevos, de hecho, yo le llamo el huevo de lino. También serviría moler en seco el lino antes de remojarlo, así el tiempo de remojo se reduce. 

Engrasa con unas gotas de aceite de oliva un molde desmontable y reparte la quinoa por toda la base subiendo un poco por los bordes, haciendo un poco de pared. Es importante que el grosor no sea más que medio centímetro y que el alto del borde sea un centímetro aproximadamente. Mete en el horno 20 minutos. 

Tritura los dátiles con la leche vegetal hasta conseguir una crema homogénea y parte las manzanas en gajos finos. Vierte la crema sobre la base y coloca, en forma de espiral empezando desde fuera los gajos de manzana, espolvorea con canela y hornea otros 20 minutos, espera a que enfríe para desmoldar. No te preocupes si la base antes de hornear se desmenuza un poco, es normal, termina de "cuajar" en el horno por la acción de las semillas de lino, un fantástico sustituto del huevo. 




Espero que te guste y que la disfrutes.


"El primero en disculparse es el más valiente. El primero en perdonar es el más fuerte. Y el primero en olvidar es el más feliz"- autor desconocido por mi.