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martes, 31 de octubre de 2017

Cocinar es hacer trozos de amor comestibles

No ha pasado tanto tiempo desde que en todos los hogares se cocinaba a diario para toda la familia. Recuerdo a mi abuela cocinar recetas deliciosas, el arroz con lentejas me encantaba y cada vez que lo cocinaba que invitaba a comer con ella siendo yo muy niña. También recuerdo ir los sábados por la mañana con mis padres al mercado central de Valencia a hacer la compra de esas cosas que tanto nos gustaban y no encontrábamos en las tiendas de barrio, me encantaba. 


Por entonces comprábamos ingredientes reales y saludables y se cocinaba en casa a fuego lento y, por supuesto, con mucho amor. 
Amor…. Este es precisamente uno de los ingredientes imprescindibles de las recetas que pasan por los fogones de las verdaderas cocineras. 

Y bueno, también, tiempo. Pero el tiempo pasa vertiginosamente y la sociedad y nuestros hábitos de vida cambian minuto a minuto. 

Hoy en día todos tenemos prisa, corremos a todas partes y vamos en piloto automático y en este contexto puede parecer que cocinar es una pérdida de tiempo. Si no sentimos que estamos produciendo continuamente, tenemos la sensación de que no estamos haciendo nada. Y lamentablemente, a menudo cocinar, no se asocia con producir. 

Hay días en que no conseguimos tener tiempo para dedicar un espacio a elaborar recetas que nos nutran de verdad. Anteponemos un sinfín de tareas antes que entrar en la cocina. Y es que cocinar puede parecer algo difícil y laborioso si no lo has hecho nunca, pero puede ser fácil y hasta divertido y enriquecedor si te pones manos a la obra y le dedicas una parte de tu tiempo. Solo requiere de un poco de práctica y organización. 

Es muy importante organizarnos para salir a comprar alimentos, pero de los de verdad (los ingrediente), preparar un menú semanal y cocinarlos. 

Recuperar el hábito de cocinar te ayudará a recuperar tu salud, ya que son dos conceptos relacionados. Mucho más de lo que puedas imaginar. Si te alimentas bien, estarás bien. Si no, no te sentirás con la energía, vitalidad y bienestar tan necesarios para hacer frente a tus retos diarios. 

¿Por qué considero que cocinar es tan importante? Cocinar los alimentos nos ha hecho evolucionar como especie y por tanto, nos diferencia del resto de animales. Si no hubiéramos aprendido a cocinar probablemente nunca hubiéramos desarrollado el nivel intelectual y las capacidades cognitivas que ahora tenemos. Cocinar, convierte y transforma los alimentos para que nos nutran y alimenten. Y gracias a ello somos lo que somos. 

Retomando el tema de la falta de tiempo, la industria alimentaria se ha dado cuenta de ello y ha creado millones de productos alimentarios para hacernos la vida aparentemente más cómoda y fácil, pero …. ¿A qué precio? ¿Qué beneficios nos aporta? ¿Cómo influye en nuestra salud? 

Existe una doble lectura en este punto y las consecuencias no siempre son buenas para nuestra salud. Personalmente considero de vital importancia recuperar el amor por la cocina, por los alimentos reales y por el placer de comer nutriéndonos de verdad. Somos lo que comemos y ser consciente de ello te ayudará a mejorar tu salud y bienestar. 

Por eso te invito a reenamorarte de la cocina y de tus recetas, a dedicarte tiempo a través de los que te llevas a la boca, de lo que te alimenta y te nutre. Porque en definitiva, de esto depende, en buena medida, cómo te sientas y cómo afrontas los retos de tu día a día. 

Yo tengo mis razones por las que te invito a recuperar el hábito de cocinar: 
-Promover la comida real y no la comida procesada. 
-Prevenir enfermedades. 
-Estar en contacto con los alimentos y la naturaleza de los mismos. 
-Cultivar el amor y el auto-amor. 
-Recuperar el comer bien escuchando qué nos pide el cuerpo. 
-Conectar con uno mismo y vivir en el momento presente. 
-Desarrollar, tal vez nuevas, habilidades. 
-Desarrollar la creatividad. 
….. Aparte de tener y mantenernos en nuestro peso ideal 

Puedes pensar que cocinar rico y sano requiere mucha dedicación, pero nada más lejos de la realidad; tan solo tienes que tener claro qué quieres comer, escucharte y sentir que te apetece, qué necesitas, priorizarte y dedicarte más tiempo (a ti y a los tuyos). 

Durante este proceso descubrirás que tienes muchas más habilidades de las que crees y muy probablemente disfrutes del camino. 

Pero si sientes que necesitas ayuda para que te acompañe en este apasionante proceso, no dudes en ponerte en contacto conmigo y te explicaré cómo hacerlo, paso a paso y de forma muy sencilla. 

Te enseñaré a preparar la lista de la compra y a organizar tu despensa y preparar un menú semanal saludable, todo adaptado a tus necesidades y tu ritmo de vida. 

Mientras, me encantará leerte en los comentarios del blog y conocer qué razones te mueven a ti para dedicar tiempo a cocinar y a mimarte para conseguir tu mejor versión.



"Que la comida sea tu alimento y el alimento tu medicina." - Hipócrates



martes, 24 de octubre de 2017

Bulgur con setas

El bulgur – o trigo partido- es un grano de cereal utilizado durante siglos como alimento base en muchas culturas, ya que proporciona una fuente importante de proteína (baja en grasa) y de fibra.
Dependiendo del trigo que se utilice, a la vez que dependiendo del propio grano usado, podemos encontrarnos con diferentes tipos de bulgur.

Sus principales beneficios son:
-Uno de los beneficios para la salud más importantes de bulgur es su acción anti-inflamatoria.
-El bulgur es una fuente rica en magnesio, que actúa en los factores implicados en el uso de la glucosa y el mecanismo de producción de insulina. 
-Al ser un alimento de bajo índice glucémico, es muy eficaz en el tratamiento de la diabetes, así como en su prevención. El bulgur tarda mucho tiempo en que el intestino lo descomponga, lo que lleva a reducir la velocidad de la digestión y la liberación constante de glucosa en el cuerpo, lo cual inhibe los picos repentinos o caídas en el nivel de azúcar en la sangre.
-Es un cereal especialmente rico en almidón, así como en hidratos de carbono de alto valor biológico, lo que lo convierte en un alimento interesante para deportistas.
-Es un buen alimento de fácil digestión, recomendado para personas con trastornos o problemas estomacales, gracias a su fácil digestibilidad.
-Debido a su bajo contenido graso se puede convertir también en un cereal ideal en dietas de reducción de colesterol alto, gracias a que ayuda a reducirlo de forma natural.
-Teniendo en cuenta que el bulgur se elabora con trigo, para aquellas personas que sean intolerantes a este cereal pueden adquirir una variedad de bulgur preparado con espelta.

Su uso culinario está fuertemente arraigado en la cocina mediterránea oriental de la que procede, de hecho es el ingrediente principal del Tabbouleh, aunque también lo podemos encontrar otros lugares del planeta como en América del Sur bajo el nombre de burgol.

Su preparación básica puede hacerse de dos maneras muy sencillas:
-Se puede dejar a remojo en agua u otro tipo de líquido la noche anterior para que la absorba y tenerlo hidratado y listo para usar al día siguiente.
-También se puede hervir en una cacerola antiadherente con agua y sal. Esperar a que empiece a hervir el agua, cuando ésta alcance el punto de ebullición, añadir el bulgur y mantener a fuego medio-bajo durante 5-6 minutos, en caso de ser instantáneo, o 15-20 minutos, en caso de ser duro, removiendo de vez en cuando. Seguidamente apagar el fuego y dejar reposar unos 5 minutos. Colar si ha sobrado agua de la cocción y servir.

Ingredientes:

1 vaso de bulgur
2 vasos de caldo vegetal (o agua en su defecto)
1 cs aceite de oliva ppf
1 cebolla troceada a cuadritos
2 manojos de acelgas (solo la hoja verde, la penca no la usamos)
4 ajos
4 champiñones u otras setas
sal marina sin refinar
especias: 1 cucharita de café de Garam Masala 

Elaboración:

Primero cocemos el bulgur poniendo a hervir el agua en un cazo con una pizca de sal marina y añadiendo cuando hierva el bulbur. Hervir un par de minutos a fuego fuerte, después baja el fuego al mínimo y déjalo cocer tapado durante 15 minutos. Dejar reposar 5 minutos sin destapar, soltando el grano con un tenedor, ya que con esta proporción de agua no debe de quedar restos de ella tras la cocción.
 
Mientras tanto, calentamos un poco de aceite de oliva en una sartén y salteamos la cebolla con los ajos troceados 5 minutos. A continuación añadimos las hojas verdes (no la penca) de las acelgas previamente lavadas y troceadas en finas tiras. Rehogamos hasta que la acelga se vuelva verde oscuro y añadimos los champiñones laminados. Damos un par de vueltas y espolvoreamos las especias elegidas, en mi caso he elegido Garam Masala, pero puedes poner hierbabuena, orégano ... a tu gusto.
Dejamos rehogar los champiñones unos minutos y apagamos. Mezclamos con el bulgur cocido y lo tenemos listo para saborear. Espero que os guste, a mí me encantó.





"A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota."- Madre Teresa de Calcuta



martes, 17 de octubre de 2017

Desodorante natural

Desde hace tiempo, aparte de preocuparme por lo que como, me preocupo de lo que me pongo en la piel (cosmética) y últimamente no procuro no ponerme nada que no me pueda comer 😉🌱🌿

La piel es el mayor órgano del cuerpo humano y actúa como barrera protectora que aísla al organismo del medio que lo rodea, protegiéndolo y contribuyendo a mantener íntegras sus estructuras, al tiempo que actúa como sistema de comunicación con el entorno. Todo lo que nos pongamos en ella, llega con el tiempo al torrente sanguíneo y por lo tanto a las células de nuestro organismo.

Cuando me plantee hacer el desodorante en casa, lo primero que busqué fueron ingredientes naturales, que pudiera tener a mano en la despensa, que realizaran la función de absorber y desodorizar las axilas y que fuera rápido y fácil de hacer, y fue posible, aquí dejo esta sencilla receta. 




Ingredientes:

-Arrowroot (arrurruz). Es una harina que se elabora a partir del tubérculo del mismo nombre, deshidratado y molido. Es un almidón por lo que es ideal para espesar. Se puede sustituir por la tradicional maicena. En esta receta actúa como absorbente de la humedad y ayuda a que el resto de ingredientes penetren mejor en la piel.
-Bicarbonato sódico. Conocido por todos, se utiliza con frecuencia en la cocina, pero tiene otros usos que no son tan conocidos, como en productos de cosmética. Actúa como desodorante eliminando el mal olor.
-Aceite de coco. Su combinación única de ácidos grasos de cadena media puede producir inmensos beneficios en nuestra salud. Te recomiendo que lo compres ecológico. Sirve como transportador del resto de ingredientes y además tiene propiedades antibacterianas, antifúngicas e hidratantes. También actúa como conservante.
-Aceite esencial de árbol de té. Es uno de los aceites esenciales más versátiles que existen. Sus casi inagotables aplicaciones van más allá de las relacionadas con la salud y el bienestar personal. Se extrae de las hojas de un pequeño árbol australiano (Melaleuca Alternifolia). Se usa para desinfectar heridas, picaduras de insectos, infecciones cutáneas y quemaduras y en este caso en el desodorante como antibacteriano y eliminador del mal olor.
-Aceite o aceites esenciales a nuestro gusto para aportar olor al desodorante. Yo he utilizado aceite esencial de geranio porque es mi favorito junto al de lavanda, pero puedes utilizar el que prefieras e incluso una mezcla de varios aceites para obtener una mezcla más especial. Te aconsejo que elijas un aceite esencial de calidad.

Y a parte necesitaremos:

- Recipiente de cristal o plástico con tapa.
- Cuchara o espátula para mezclar.
- Cuenco para mezclar si no queremos hacer la mezcla directamente en el envase final.
- Cuchara o recipiente medidor.

Elaboración:

Lava y seca bien el envase donde guardarás tu desodorante. Lo ideal sería que fuera de cristal.

Mezcla 1 parte de arrowroot y 1 parte de bicarbonato sódico (yo suelo pasar por un mortero el bicarbonato, lo muelo un poco para reducir al mínimo el tamaño del grano así es más sencillo de aplicar y más sedoso). Calcula la cantidad en función del envase y del uso que le vas a dar. Remueve hasta que ambos polvos estén bien mezclados y después, añade a esta mezcla, 1 parte de aceite de coco (el aceite de coco se solidifica al bajar de los 25ºC,  por lo que te recomiendo que lo calientes un poco antes de añadirlo a la mezcla)

La medida que utilizo yo es la cuchara sopera. Pongo dos cucharadas de cada ingrediente y la cantidad de desodorante obtenida nos suele durar de 2 a 3 meses, dependiendo de la estación del año en la que nos encontremos.

Mezcla bien los tres ingredientes anteriores, verás que se forma una pasta o crema (dependiendo de la temperatura ambiente) que debe quedar sin grumos. La mezcla será blanquecina y opaca, tirando a gris claro.

A continuación, añade los aceites esenciales: primero 2 o 3 gotas de aceite de árbol de té (teniendo en cuenta que es por 1 parte de cada uno de los tres ingredientes anteriores), remueve e integra en la mezcla y luego añade el aceite o aceites esenciales que hayas escogido como fragancia. Ve añadiendo un par de gotas cada vez hasta que huela como quieras, ¡recuerda que los aceites esenciales son fuertes! Repite el proceso para mezclar.

Ya tienes listo tu desodorante 100% natural. Cierra bien el envase y aplica una pequeña cantidad cada mañana sobre la piel limpia. Deja que absorba un par de minutos antes de vestirte.

Algunas cosas que deberías saber sobre esta receta y el desodorante:

-A altas temperaturas el aceite de coco se hace líquido, por lo que si vives en un sitio donde hace mucho calor en verano, la pasta se puede volver más líquida. Esto se soluciona guardando el bote en la nevera para que esto no suceda (aunque a mí no me molesta, la verdad).

-Si no encuentras el aceite de coco, puedes usar otro aceite, como el de almendra, de oliva... pero no te lo recomiendo a no ser que seas alérgico al de coco, porque el aceite de coco tiene propiedades que lo hacen perfecto como desodorante, y el resto de aceites no las tienen.

-Este desodorante no es antitranspirante, por lo que no obstruye la piel ni tapa los poros, por lo tanto tu cuerpo puede sudar (que es lo que debe hacer) y es completamente seguro, solo previene el olor.

-Si te aplicas pequeñas cantidades de desodorante y lo dejas absorber un par de minutos antes de vestirte, no debería manchar la ropa. Pero en caso de que un día manches la ropa, las manchas se eliminan con el lavado, sin más.

-Si tienes la piel muy sensible, te recomiendo que ajustes la cantidad de bicarbonato si notas alguna molestia. Yo la tengo sensible y no he tenido problema, pero puedes bajar la cantidad de bicarbonato a la mitad e incluso a menos.

No me queda más que animaros a experimentar y que "cocinéis" esta receta, que os va a encantar. Ya me dejáis en comentarios vuestra experiencia (y vuestras dudas, en el caso de que necesitéis alguna aclaración).


"El AMOR incluye, no excluye. Multiplica y suma, no divide. Acerca, no aleja. Abraza, no rechaza. Comprende, no juzga"


martes, 10 de octubre de 2017

Garbanzos guisados con boniato

Los garbanzos son legumbres con muchas propiedades, son muy energéticos, nutritivos y tienen gran contenido en vitaminas, minerales, fibra y proteína, por lo que se recomiendan para llevar una dieta saludable, igual que las lentejas. Actualmente son una de las legumbres más consumidas y se utilizan para elaborar multitud de recetas.

Destacamos como propiedades nutricionales del garbanzo las siguientes: 

-Proteínas: el garbanzo es una legumbre rica en proteínas, contiene alrededor del 20% de proteína aunque, al igual que todas las legumbres, carece de algunos aminoácidos esenciales. Por eso, siempre es una buena idea consumir las legumbres junto con cereales como el arroz integral o el trigo sarraceno, que contienen los aminoácidos esenciales que le faltan a las legumbres. 
-Fibra: todas las legumbres son ricas en fibra, un tipo de hidrato de carbono que el cuerpo no puede metabolizar y que, por lo tanto, atraviesa el intestino arrastrando con ella todo tipo de impurezas, colaborando con la flora intestinal y depurando el sistema digestivo. Además la fibra ayuda a que el organismo realice una correcta absorción de sacáridos y grasas beneficiosas. 
-Ácidos grasos: los contenidos en los garbanzos son de tipo insaturado, es decir, aquellos que son sumamente beneficiosos para los vasos sanguíneos. Contiene lecitina, un fosfolípido muy saludable que mantiene limpias las arterias y reduce los niveles de colesterol y triglicéridos. 
-Vitaminas y Minerales: contienen cantidades nada despreciables de vitaminas (sobre todo del grupo B) y minerales y oligoelementos como calcio y hierro. Poseen un alto contenido de vitamina K que ayuda a tener una correcta coagulación de la sangre. El elevado contenido en zinc que presentan los garbanzos facilita la asimilación y el almacenamiento de la insulina en nuestro organismo, ayuda en el proceso de crecimiento, es beneficioso para el sistema inmunitario, mejora la cicatrización de las heridas, ayuda a metabolizar las proteínas y combate la fatiga. También contienen ácido fólico, que previene malformaciones fetales y cuida de nuestro corazón y de nuestras arterias, por lo que es muy importante su consumo en etapas de embarazo o de lactancia.

Ingredientes:

3 tazas de garbanzos cocinados con el caldo de cocción
alga kombu
1 puerro con su parte verde
1 boniato
2 c.s. rasas de tahín
una pizca de sal
aceite de oliva virgen extra

Elaboración:

Lo primero que tenemos que hacer es poner la noche anterior a remojo los garbanzos secos con un trocito de alga kombu del tamaño de un sello. Yo suelo cocer 500 gr garbanzos toda las semanas, que utilizo para varias recetas, entre ellas este guiso y también el imprescindible hummus que comemos a diario. La cocción la suelo hacer en olla exprés, 1 hora a fuego mínimo, así la fuerza digestiva que necesitamos para digerirlos es menor y la digestión es más liviana.
 
Cuando tenemos los garbanzos cocidos destapamos la olla y reservamos.
Picamos el puerro en trozos pequeños y cortamos el boniato en dados. En una olla calentamos un poco de aceite de oliva y sofreímos el puerro con una pizca de sal marina.
Añade el boniato y deja que se dore un poco. 
A continuación incorporamos los garbanzos y el caldo de la cocción necesario para cubrir ligeramente todo el guiso. Yo también añado el trocito de alga kombu de la cocción de los garbanzos.
Cuando el guiso comience a hervir, saca un poco de caldo en un vaso y diluye el tahín en él, cuando compruebes que no quedan grumos lo añadimos al guiso.
Cuando se retome el hervor, baja el fuego y deja que se cocine a fuego lento durante 15 minutos hasta que se espese el caldo y se liguen bien los sabores. Apaga el fuego y deja que repose unos minutos antes de servir.  Seguro que te sorprende, el tahín de aporta un toque distinguido y hace que el caldo espese quedando delicioso. Que aproveche!




"-¿Qué es la soledad?-pregunta el Principito- Es un reencuentro consigo mismo y no debe ser motivo de tristeza, es un momento de reflexión." Antoine de Saint-Exupéry.